Carty: Un ícono del béisbol nacido en San Pedro de Macorís

Atlanta, EE.UU. – El mundo del béisbol está de luto tras el fallecimiento de Ricardo «Rico» Carty, uno de los más grandes bateadores de la historia, a los 85 años. El legendario expelotero dominicano falleció el sábado por la noche en Atlanta, Estados Unidos, donde se encontraba ingresado en un hospital debido a complicaciones intestinales.

Nacido el 1 de septiembre de 1939 en San Pedro de Macorís, Carty dejó una marca imborrable en el béisbol, tanto en las Grandes Ligas como en los torneos invernales de la región. Su vida estuvo llena de anécdotas y logros que lo convirtieron en un ícono del deporte.

Ricardo Carty debutó en el béisbol internacional como parte del equipo dominicano en los Juegos Panamericanos de Chicago en 1959, donde su impresionante ofensiva atrajo la atención de scouts de Grandes Ligas. Durante su carrera en las Mayores, Carty dejó un promedio de bateo de .299 con 204 jonrones.

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En 1970, jugando para los Bravos de Atlanta, alcanzó uno de los mayores logros de su carrera al ganar el título de bateo de la Liga Nacional con un promedio de .366, demostrando su habilidad excepcional para conectar hits incluso en conteos adversos.

Proezas internacionales

Carty no solo brilló en Estados Unidos; también dejó huella en Venezuela y en la Serie del Caribe. Durante la revolución de abril de 1965 en República Dominicana, reforzó a los Tigres de Aragua en Venezuela, donde lideró la liga con un promedio de .376 y ocho jonrones en 26 juegos.

En la Serie del Caribe de 1977, Carty estableció récords históricos al disparar cinco cuadrangulares, cuatro de ellos en el Estadio Universitario de Caracas y uno en el José Bernardo Pérez. Además, conectó jonrones en cuatro juegos consecutivos, rompiendo una marca que había permanecido intacta desde 1953.

Un legado eterno

Ricardo Carty será recordado como uno de los bateadores más temidos que han pisado un diamante. Su carisma y habilidad lo convirtieron en un héroe tanto en su natal República Dominicana como en los escenarios internacionales.

Su partida deja un vacío en el béisbol, pero su legado perdurará en la historia del deporte. «El Rico», como era conocido, representa una de las más grandes figuras del béisbol latinoamericano y dominicano.