La cervecera neerlandesa Heineken ha decidido salir de Rusia y transferirá su negocio en el país a un nuevo propietario.
A principios de marzo, en el marco de las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia por su operación militar en Ucrania, la compañía anunció el cese de sus exportaciones al mercado ruso, así como la suspensión de nuevos proyectos de inversión en el país.
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«Hemos llegado a la conclusión de que mantener un negocio de Heineken en Rusia ya no es seguro en el entorno actual. Por lo tanto, hemos decidido abandonar» el país, comunicó la empresa.
Mientras se concreta la transferencia del negocio a un nuevo propietario, las siete plantas de Heineken en territorio ruso seguirán operando con normalidad.