Debido a la falta de garantías para garantizar la seguridad de los pacientes y del personal de la organización, Médicos Sin Fronteras cerraron temporalmente su hospital de Cité Soleil, en Puerto Príncipe.
Este cese de actividades se produce en un momento en el que la violencia entre grupos fuertemente armados se extiende de forma muy preocupante por todos los barrios de la capital haitiana, con la población atrapada en el fuego cruzado desde el pasado martes 28 de febrero, y con muchas personas obligadas a tener que huir una vez más de sus hogares.
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«Estamos viendo escenas de guerra a escasos metros de nuestro hospital. No hemos sido objetivo directo de ningún ataque, pero nos hemos convertido en una víctima colateral de los enfrentamientos. Estamos en primera línea de fuego», explica Vincent Harris, referente médico de MSF.
Indican que se han encontrado varias balas perdidas dentro del recinto, y el acceso se ha vuelto casi imposible para los pacientes, algunos de los cuales han resultado heridos en las zonas de los alrededores del hospital en las que se libran los enfrentamientos. «Somos conscientes de que el cierre perjudicará gravemente a los habitantes de Cité Soleil, pero nuestros equipos no volverán a trabajar hasta que se garanticen las condiciones de seguridad apropiadas», concluyó.
Resaltó que a unos diez kilómetros de Cité Soleil, en el centro de Puerto Príncipe, el número de víctimas que recibe el centro de urgencias en Turgeau es cada vez mayor. Cada día, los equipos de MSF reciben hasta diez veces más heridos de bala que la media habitual.
«Desde el martes 28 de febrero, el día en que se reanudaron los combates en Bel Air, hemos recibido a muchos niños, mujeres y ancianos. Es terrible ver el número de víctimas colaterales que están causando estos enfrentamientos», explica el Dr. Freddy Samson, responsable de las actividades médicas de MSF.