Quito.- El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador confirmó este domingo que el 82,26 % de los votantes inscritos para los comicios presidenciales y legislativos de este domingo acudieron a ejercer ese derecho, lo que supone una abstención de 17,74 %.
La presidenta del CNE, Diana Atamaint, en una rueda de prensa tras el cierre de los colegios electorales, y luego de remarcar que no ocurrió «ni un solo incidente» durante la jornada de votaciones, insistió en que la afluencia de votantes a los colegios electorales en el territorio nacional «se ha mantenido en el rango histórico».
«Felicitamos al pueblo ecuatoriano por acudir masivamente a las urnas para decidir quienes serán las nuevas autoridades» del país, remarcó Atamaint, que extendió su agradecimiento a los cerca de 90.000 policías y militares que resguardaron la seguridad durante la jornada.
«No se registró un solo incidente que podría afectar a la democracia», añadió la presidenta del CNE tras remarcar que los resultados electorales empezarían a fluir a partir de las 19.30 hora local (00.30 GMT del lunes); es decir, dos horas y media después del cierre de los colegios electorales.
Atamaint pidió a los ecuatorianos esperar los resultados «con tranquilidad» y a través de los canales oficiales de información, como por ejemplo el portal web del CNE, las aplicaciones para teléfonos móviles con sistema Android y las redes sociales de la institución.
Algo más de 13,4 millones de ecuatorianos fueron facultados para designar en las urnas al nuevo o gobernante del país, así como a 137 integrantes de la Asamblea Nacional (Parlamento).
De forma paralela los ecuatorianos votaron en un plebiscito nacional que busca prohibir las actividades petroleras en el Bloque 43-ITT, uno de los yacimientos más importantes del país, ubicado en el Parque Nacional Yasuní, una reserva de la biósfera en el corazón de la Amazonía del país.
También los electores del Distrito Metropolitano de Quito debían participar en una consulta popular contra la minería en el Chocó Andino, un espacio natural catalogada como reserva de la biósfera desde 2018 por la Unesco, que se encuentra en el noroeste de Quito.