viernes, junio 28, 2024

¿Cuál es el destino de los deportados en RD?

Santo Domingo – Cada año, miles de dominicanos son retornados a la República Dominicana desde diferentes países, en la mayoría de los casos por problemas migratorios o luego de haber cumplido condena en el extranjero por tráfico de drogas u otros delitos.

Según las estadísticas emitidas por la Dirección General de Migración (DGM), de diciembre a mayo de este año, un total de 1,300 dominicanos han sido retornados a la República Dominicana, procedentes de Estados Unidos, Europa, Canadá, entre otros.

La DGM es la encargada de recibir a los criollos deportados y crear una ficha de control donde figuren sus datos personales: dirección, huellas digitales, teléfono y el motivo de su deportación, todo esto por si la persona es requerida nuevamente por las autoridades.

¿Pero qué sucede con los deportados luego que son entregados a sus familiares?

Aunque el Gobierno ha reiterado en varias ocasiones que existe un sinnúmero de programas a favor de los repatriados para su reinserción, hay quienes dicen desconocer cómo funcionan estas iniciativas.

El joven Luis Marcos (nombre ficticio del entrevistado), durante una conversación con el equipo de De Último Minuto, narró que llegó a la República Dominicana en 2021, tras haber cumplido una condena de varios años en Estados Unidos, donde fue encontrado culpable de narcotráfico.

Dijo que en estos tres años que lleva residiendo en el país, nunca ha sido contactado por ninguna de las autoridades que lo recibieron ni se le ha brindado ayuda psicológica.

“Yo venía todo el trayecto esposado. Ya en suelo dominicano, ellos van llamando por tu nombre por orden alfabético, te suben en una guagua, nos llevan a Haina a Migración.

Cuando llegamos allá, nos dieron una charla, te dicen que no estás fichado, que cualquier duda que llames y así sucesivamente. Luego nos entregan a nuestros familiares, todo eso después de poner la huella, y el familiar que te recoge también tiene que firmar, pero jamás volví a ver a ninguna de esas personas, nunca más me llamaron”, detalló.

De manera similar se expresó Víctor Castro, quien llegó al país en 2003, tras varios años preso en Estados Unidos por estatus migratorio ilegal y posesión de drogas.

Resaltó que a su llegada agotó el mismo proceso que Luis Marcos, con la diferencia de que durante seis meses tuvo que ir a firmar un libro en la Procuraduría General de la República. Destacó que, luego de culminada la firma, en los 21 años que lleva residiendo en la República Dominicana, jamás ha vuelto a ser contactado.

Programas para reinsertar a los deportados en la sociedad

La Unidad de Reinserción de Repatriados de la Procuraduría General de la República, dirigida por la fiscal Danisa Cruz, es el departamento encargado de llamar periódicamente por teléfono a cada uno de los dominicanos repatriados.

También tienen el deber de informar a los recién llegados sobre las bolsas de empleo y proporcionarles la información de los préstamos para emprendimiento, disponibles para su reinserción social.

Dependiendo del tipo de delito cometido en el extranjero, el Gobierno Dominicano, a través del Ministerio de Interior y Policía, ofrece varios programas que tienen como finalidad reinsertar a los deportados en la sociedad. Estas iniciativas son ejecutadas por la viceministra de Gestión Social y Educación Ciudadana, Milly Pérez.

Así lo reveló el viceministro Juan Manuel Rosario, quien sostuvo que, cuando las deportaciones son de tipo penal, a través del registro o ficha ya creado por la DGM, la persona en cuestión es referida a uno de esos programas.

¿Dónde laboran la mayoría de los dominicanos deportados?

La mayoría de los dominicanos repatriados trabajan en los famosos Call Centers debido a su dominio del inglés y porque las empresas públicas y privadas no los contratan por la creencia de que, si fueron deportados, es porque cometieron algún delito.

Tal es el caso de Yassel Moreta, quien, a sus 37 años, trabaja varios turnos en un centro de llamadas, luego de ser deportado desde Estados Unidos, donde fue apresado en una redada en el bar donde trabajaba.

“Yo no hice nada malo. A mí me deportaron luego de una investigación porque yo no tenía papeles y el bar donde trabajaba denunciaron que estaban aceptando menores”, señaló.

Precisó que, cuando llegó a RD, algunos amigos lo recomendaron en empresas y, a pesar de tener los conocimientos para desempeñar el trabajo, no fue aceptado.

Sostuvo que, al igual que él, conoce otros compañeros de trabajo que tienen una preparación “grandiosa” académicamente hablando, pero que no tuvieron opción que emplearse en los Call Centers.

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