Decomisaron alrededor de 40 autobuses que llegaron a la capital brasileña en las últimas horas con cientos de bolsonaristas radicales
Brasilia.- «Casi 200» partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro fueron detenidos este domingo por invadir y destrozar las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema para intentar derrocar al mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, informó el ministro de Justicia, .
«Tenemos casi 200 personas detenidas en flagrante y las prisiones continuarán en las próximas horas», declaró Dino en una rueda de prensa en Brasilia.
El ministro informó además que decomisaron «40 autobuses» que llegaron a la capital brasileña en las últimas horas con cientos de bolsonaristas radicales y que identificaron a los «financiadores» que hicieron posible esos viajes desde distintos puntos del país.
Asimismo, denunció que «todavía hay personas en Internet hablando de dar continuidad a los actos terroristas» y, en este sentido, anticipó que habrá operaciones policiales contra esos individuos. «¡Esto es terrorismo! ¡Es golpismo!», exclamó.
Miles de bolsonaristas entraron de forma violenta en las sedes del Parlamento, la Presidencia y el Supremo, y provocaron graves daños en el interior de los mismos durante cuatro horas, hasta que las fuerzas de seguridad actuaron para dispersarlos.
Dino indicó que gobernadores de otros estados brasileños están «cediendo» agentes policiales para «fortalecer la seguridad del Distrito Federal» en los próximos días.
También dijo que pedirán a las Fuerzas Armadas el uso de tropas para apoyar esas labores. «No vamos a aceptar el camino de la criminalidad para hacer lucha política en Brasil», aseveró Dino.
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El ministro de Justicia también recriminó la actuación de las autoridades del Distrito Federal de Brasilia y advirtió de que serán investigadas posibles «omisiones» en el intento de disuadir a la multitud de radicales bolsonaristas.
Antes, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó la intervención federal del área de seguridad de la capital brasileña. La medida, que estará vigente hasta el próximo 31 de enero, implica que los cuerpos y fuerzas de seguridad de Brasilia pasarán ahora a estar bajo control del Gobierno central.