Santo Domingo.- Rolando Muñoz Mejía, director General de Minería afirmó este martes que las más de 600 personas que serían desalojadas de manera involuntaria en Cotuí y donde la empresa Barrick Gold proyecta ejecutar una nueva presa de cola para extender las extracciones mineras en la zona, no será pagado por el Estado sino por el proyecto.
Mejía dijo hoy en el programa Esto No es Radio que el Ministerio de Energía y Minas siempre ha estado pendiente de lo que sucede en la zona y sobre todo respecto al tema de los que serían reubicados de sus hogares que son cientos de familias.
«Tenemos una mesa de discusión para llegar a un acuerdo con las situaciones que se han dado por el desarrollo involuntario que está establecido por el IFC y las normas del Banco Mundial, eso necesita sentarse porque estamos hablando de un desalogo de 650 personas más o menos y unos recursos cuatiosisímos», expresó,
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Mejía dijo que se encuentran en reuniones permanentes cada quince días y que entienden que hay diferencias en cuanto a las negociaciones pero que están tratando de llegar a un acuerdo como Estado y como empresa para darle precio justo a los que serán desalojados y que buscan que se les de lo justo.
Ante la pregunta del comunicador Juan Carlos Arvelo sobre quién pagará eso que llama «justo» por las tierras de quienes actualmente residen en la zona donde se construiría la presa, el director de Minería dijo que «eso lo paga el proyecto».
«Fíjese que Barrick es una empresa en operación. Todo lo que se gaste ahí sale de lo que se produzca ahí, del oro y la plata que se produzca ahí.
Protestas por desalojos
La situación en el proyecto minero Barrick Pueblo Viejo se ha vuelto cada vez más tensa, luego de una serie de protestas impulsadas por las comunidades afectadas por el nuevo proyecto de la empresa minera. La razón principal de las manifestaciones es el reasentamiento forzoso de familias para la construcción de una nueva presa de cola en el distrito minero de Zambrana, Cotuí.
La raíz de la protesta se encuentra en los planes de la minera Barrick Gold de construir una nueva presa de cola en la zona, lo que implicaría el desalojo de cientos de familias de las comunidades de El Higo, El Rayo y Las Tres Bocas.
Los residentes de estas áreas, dedicados históricamente a la producción de cacao, se oponen a la reubicación, argumentando que las condiciones de compensación y reasentamiento no son adecuadas.
El proceso de reubicación comenzó en un contexto de bajos precios del cacao, pero con el reciente aumento de su valor en el mercado internacional, las expectativas de las comunidades sobre un acuerdo más favorable han aumentado.