El expresidente de Argentina Mauricio Macri minimizó el atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y se sumó así a la campaña que llevan a cabo políticos y periodistas opositores, que insisten en restarle gravedad a un intento de magnicidio por el que ya fueron detenidas cuatro personas.
«Queda claro que fue algo individual de un grupito de loquitos y que no está orquestado políticamente», afirmó el exmandatario en una entrevista con el canal LN+, luego de criticar que el Gobierno responsabilizara a la oposición de incentivar discursos de odio.
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Macri se adelantó así al desenlace de una causa judicial en la que la jueza María Elena Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo investigan la red de complicidades en torno al atentado con la intención de llegar a los autores intelectuales y, en caso de haberlos, a los financistas de la operación.
El pasado 1 de septiembre, Fernando Sabag Montiel, un hombre de 35 años, intentó asesinar a Fernández de Kirchner mientras ella saludaba a sus simpatizantes, reunidos en las inmediaciones de su casa. El crimen no se concretó gracias a que la pistola falló.
Macri y la mayoría de los representantes de la oposición condenaron el intento de asesinato, aunque de inmediato otros dirigentes y periodistas comenzaron a sembrar dudas ante la opinión pública.
Ese mismo día, por ejemplo, el diputado Martín Tetaz insistió en una entrevista televisiva que no se trataba de un hecho de violencia política. A pesar de que quisieron matar a una vicepresidenta y dos veces expresidenta, quiso equipararlo con un problema de «inseguridad» como los que puede padecer cualquier ciudadano.