Santo Domingo. – El joven José Miguel Paulino, de 28 años, luego de dedicarse al atletismo toda su vida y ganar una medalla en decatlón para la República Dominicana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, enfrenta una dura realidad: realiza servicios de Uber y trabaja como parqueador en las mismas instalaciones deportivas donde debería ser homenajeado y duerme en condiciones inhumanas.
En una reciente entrevista con el empresario dominicano, Santiago Matías, en el programa «Hablamos en el 2028», de Alofoke Music Group, Paulino reveló que él y otros atletas han tenido que amanecer en un almacén dentro de la hostelería deportiva, sin electricidad desde hace dos semanas y durmiendo en el suelo. “Somos cuatro, la generación que viene, y nadie habla de esto. Nos da vergüenza porque somos seres humanos”, expresó con indignación.
El atleta, que en algún momento llegó a estar en el puesto 55 del ranking mundial y aspiraba a representar al país en los Juegos Olímpicos, lamentó la falta de apoyo por parte del Estado. “Yo necesitaba un entrenador, pero nunca me ayudaron», ¿Cómo es posible que el país gaste dinero en publicidad y en empresarios artísticos, pero deje a sus campeones viviendo en un almacén?”, cuestionó Eduardo Saint-Hilaire.
El atleta reveló que su incursión en el deporte no fue impulsada por una pasión inicial, sino por la necesidad de un sustento. “Si la milicia no existiera, no existiría el atleta deportivo en el país”, afirmó, explicando que encontró apoyo en la Fuerza Aérea, donde logró recibir un pequeño salario para entrenar y desarrollarse en la disciplina.
El empresario Matías, resaltó que el caso de Paulino pone en evidencia las deficiencias del sistema deportivo nacional y el abandono en el que se encuentran los atletas de alto rendimiento. Mientras otras figuras en el país reciben altos salarios, héroes deportivos como él luchan día a día para sobrevivir.