PALM BEACH. — El comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, reveló que ha recibido múltiples quejas de aficionados preocupados por la falta de un tope salarial en el béisbol, especialmente tras el agresivo gasto de los Dodgers de Los Ángeles en la última temporada baja.
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«Este es un asunto en el que necesitamos estar vigilantes», expresó Manfred tras concluir una reunión de propietarios el jueves. «Debemos prestarle atención y evaluar si hay medidas que podamos tomar para garantizar un juego competitivo y saludable en el futuro».
Los Dodgers, actuales campeones de la Serie Mundial, encabezan la lista de los equipos con mayor inversión en nómina, alcanzando los 353 millones de dólares y enfrentando un impuesto de lujo de 103 millones. En contraste, los Atléticos de Oakland registraron la nómina más baja, con apenas 84 millones de dólares.
Manfred reconoció la preocupación de los fanáticos de otros mercados, pero defendió el enfoque de los Dodgers:
«Son una organización bien dirigida y exitosa. Todo lo que han hecho está dentro de nuestras reglas y buscan ofrecer el mejor espectáculo posible a sus seguidores».
El debate sobre el tope salarial
El propietario de los Yankees de Nueva York, Hal Steinbrenner, también abordó el impacto del modelo financiero de los Dodgers:
«Es difícil para la mayoría de los equipos competir con ese nivel de gasto. Aún así, tienen que mantenerse saludables durante la temporada para que les funcione», declaró en una entrevista con YES Network.
El tema del tope salarial no es nuevo en MLB. En 1994-95, los jugadores se opusieron a su implementación, lo que derivó en una huelga de siete meses y la cancelación de la Serie Mundial. Tony Clark, director del sindicato de jugadores, reafirmó esa postura:
«Los topes salariales no garantizan equilibrio competitivo. Solo benefician el valor de las franquicias y flujos de ingresos que nunca llegan a los jugadores ni a los aficionados».
El nuevo propietario de los Orioles de Baltimore, David Rubenstein, se mostró a favor de un modelo similar al de la NFL y la NBA, aunque reconoció que no hay garantías de que se implemente.
Se espera que las negociaciones para un nuevo convenio colectivo comiencen en 2026, con la posibilidad de un cierre patronal si no se llega a un acuerdo. Mientras tanto, el debate sobre el tope salarial sigue ganando fuerza entre los dueños, jugadores y aficionados.