Higüey, provincia La Altagracia.- Tras la ausencia de devotos católicos el año pasado en la Basílica de Higüey, para conmemorar el Día de la Virgen de la Altagracia, las actividades comerciales mermaron.
El año 2021 fue la primera vez en 50 años en que la festividad religiosa se realizó sin creyentes presenciales.
Sin embargo, en esta oportunidad, los vendedores se llenaron de Fe y esperanzas, no sólo por que la celebración espiritual se lleva a cabo, sino también cobró un sentido especial porque el comerció de la zona se reactivó.
«Estoy feliz, la madre es quien ha concedido todo esto, mira cuantas personas se han dado cita y han comprado lo que yo vendo», sostuvo Juan Gonzalez, un vendedor de alimentos nativo de Higüey.
Esa misma opinión es compartida con Jacobo Cirprian, un vendedor nativo de Higüey que durante 48 años ha ofertado accesorios religiosos como crucifijos y pulseras.
«Recuerdo lo mal que la pasamos el otro año con el rezago que tuvo la economía pero que agradezco por el bienestar de mi familia y mi salud», apuntó.
Otros ofertaban tarjetas y postales cristianas con salmos, al tiempo de expresar conformidad ante los tiempos difíciles que consigo ha traído el Covid-19.
De esos comentarios difieren los vendedores de quesos, galletas, dulces y cocos, quienes aseguraron que la gente no tiene dinero para comprar.
Turismo
Muchos aprovechan la festividad para hacer turismo interno y explorar la provincia La Altagracia.
Estas actividades se sintieron en el pueblo con visitantes que optaron por tomar un respiro de sus actividades cotidianas.
