Santo Domingo. – El Tercer Tribunal Colegiado de Santiago impuso cuatro condenas, dos a 30 años, y otras dos a 15 años de reclusión, a igual número de integrantes de una organización del narcotráfico que fue investigada, desarticulada y sometida a la Justicia este distrito judicial, luego de que se le ocuparan 100 kilogramos de cocaína.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó este viernes que Fernando Rafael Peña Pichardo y Roberto de Jesús Portes Cruz, fueron sentenciados a 30 años de prisión y a multas de millones de pesos, mientras que a Wimber Caminero Sabino y Johan Alberto Rodríguez Mejía, les fueron impuestas penas de 15 años de reclusión y multas de 1 millón de pesos.
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La investigación que culminó con la imposición de estas penas se originó en el año 2019 cuando, tras recibir información fidedigna, la Fiscalía de Santiago movilizó a su Departamento de Persecución de Drogas Narcóticas que, en coordinación con el equipo operacional de la Dirección Táctica de Investigaciones Sensitivas (Ditis), de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), se dirigieron hasta la zona donde los condenados, a bordo de tres vehículos, transportaban la droga que sería intercambiada.
La Fiscalía de Santiago, según la PGR, había recibido detalles precisos de la ubicación de los traficantes que conducían en caravana desde el municipio de Villa Altagracia hasta esta zona, y le persiguieron por un tramo de la autopista Duarte, en la jurisdicción de Santiago, donde fueron interceptados.
Además de los 100 kilogramos de cocaína, distribuidos en paquetes y escondidos en caletas o doble fondo, al grupo se le incautó de 83,000 pesos y 2,400 dólares, relojes, y otras prendas, así como documentos, teléfonos celulares y otras pertenencias.
Los fiscales investigadores designados para el caso determinaron que se trata de un grupo criminal que opera recibiendo grandes cantidades de drogas desde Sudamérica para, posteriormente, enviarlas a Europa y Estados Unidos, utilizando transporte marítimo y aéreo desde República Dominicana.
Para el trasiego de la droga, como lo hacían en la frustrada transacción, utilizaban vehículos de motor con compartimentos secretos. Esta organización es parte de una estructura que tiene sus tentáculos a nivel internacional.
