Lima.- Un tribunal peruano condenó a más de dos años de prisión suspendida (sin ingresar a la cárcel) a cuatro personas que participaron en el ataque contra una sede de la Judicatura durante las protestas que se desataron la semana pasada en Lima luego de que Gobierno decretara un toque de queda.
El Poder Judicial informó este miércoles, que las condenas se emitieron luego de que «los sentenciados quedaron capturados en flagrancia, aceptaron los cargos y se acogieron a la figura de la terminación anticipada», que permite obtener beneficios penales.
Las condenas se dictaron en dos audiencias realizadas de manera virtual por el Quinto Juzgado de Investigación Preparatoria Permanente para Delitos en Flagrancia de la Corte Superior de Lima, a cargo del juez Camero Calderón Muñoz.
En la primera audiencia, el magistrado condenó a un hombre a 2 años y 9 meses de prisión suspendida, y a otro ciudadano a 2 años y 6 meses de pena suspendida, por el delito de receptación agravada en grado de tentativa en agravio de la Corte Superior de Lima.
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Impuso a ambos sentenciados reglas de conducta como no ausentarse ni cambiar de domicilio sin autorización del juzgado; y registrar sus actividades cada seis meses en el Poder Judicial, así como el pago de 250 soles (67 dólares) de reparación civil.
El juez condenó en una siguiente audiencia a otro imputado a 2 años y 6 meses de prisión suspendida ; al otro 2 años y 11 meses por el delito de hurto agravado en agravio de una tienda en el centro histórico de Lima.
Dos años de prisión pero sueltos
El magistrado remarcó que, para no ingresar a prisión, los sentenciados no deben cometer otro delito, ausentarse ni cambiar de domicilio sin previa autorización judicial; además, cada uno debe pagar 500 soles (135 dólares) a favor de la parte agraviada.
Miles de personas participaron el pasado 5 de abrir en una marcha convocada en el centro de Lima contra el toque de queda que decretó el Gobierno del presidente de Perú, Pedro Castillo; que derivó en el ataque a una sede del Poder Judicial y altercados violentos que provocaron saqueos y destrozos en locales públicos y privados.
Durante esos sucesos, un grupo de manifestantes atacó el edificio de la Corte Superior de Justicia de Lima, cuyas puertas fueron destrozadas; se produjeron robos de ordenadores, material informático y documentos, en una acción que la presidenta del Poder Judicial, Elvia Barrios, consideró luego que fue planificada.
Cuando comenzaron las manifestaciones en Lima, Castillo anunció ante el Congreso que suspendía el toque de queda; que se había ordenado en respuesta a un paro de transportistas que se producía en el país. Aunque su decisión no frenó las manifestaciones de ciudadanos que exigieron su renuncia a la jefatura del Estado.