Santo Domingo. – En el marco del Día Nacional del Pro Consumidor, el director del Instituto Nacional de los Derechos del Consumidor (Pro-Consumidor), Eddy Alcántara informó que, debido a la inflación y a la desaceleración de la producción de azúcar se ha generado un aumento, pero insistió que el costo de la azúcar en el país es el más barato de toda la región.
Alcántara comunicó que este viernes presentará al presidente Luis Abinader el cruce de precios de la canasta básica en la denominada mesa de precios.
«Pero es que resulta que la inflación está afectando a toda la economía del mundo. Hemos otorgado permisos para la azúcar, pero en todas partes esta más cara que la República Dominicana como todos los productos. Nosotros tenemos los productos de la canasta básica alimentaria más barata de la región y somos el tercer país con el costo más barato en Iberoamericana», indicó el director de Pro-Consumidor.
El funcionario abordó, además, otros temas de interés como el aumento al precio de inmuebles por parte de las constructoras, del cual recomendó a los usuarios visitar la entidad que dirige para dar respuesta inmediata a la problemática de cientos de usuarios que han denunciado un aumento ilegal.
Asimismo, dijo que existe una clausura que dice que se le transferirá al usuario la inflación pero esta debe ser la que establece la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y esta debe ser aceptada por el consumidor.
«Al consumidor hay que aplicarle cuando ellos mismos lo acepten y lo establezca en el contrato lo que diga la ONE y si no lo establece en el contrato y no lo acepto el consumidor el consumidor no está obligado a aceptar un solo centavo de aumento», sostuvo Alcántara.
La información fue ofrecida al culminar una misa de accion de gracias realizada en conmemoración del décimo quinto aniversario de la institución, donde resaltó que en los últimos dos años, ha devuelto a los consumidores cerca de 1,300 millones de pesos en materia de conciliación.
Finalmente, Alcántara destacó que entre los logros de su gestión está el control del uso de «ácido del diablo» y el control absoluto de la venta de alcohol adulterado.