Washington.– El juicio contra Hunter Biden, hijo del actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por un delito de compra y posesión ilegal de una arma llegó este lunes a la fase de deliberaciones del jurado sin que el acusado haya declarado.
El proceso comenzó hace justo una semana en Wilmington (Delaware) y después de que hayan testificado su exesposa Kathleen Buhle, una exnovia, su cuñada y examante Hallie Biden y su hija Naomi Biden, los abogados de la acusación y la defensa pronunciaron en esta jornada sus alegatos finales.
Te puede interesar: Biden evalúa proteger de la deportación a indocumentados casados con estadounidenses
Antes de que la jueza del distrito Maryellen Noreika llamara a los miembros del jurado a deliberar, el abogado defensor de Hunter Biden, Abbe Lowell, resumió su alegato final insistiendo en que no existen pruebas directas de que su cliente estuviera consumiendo drogas en los días cercanos a los que compró un revólver.
«Hunter no ha pedido a nadie que le disculpe o perdone por sus errores», sentenció.
Durante el proceso, Joe Biden no acudió a la corte, pero la primera dama, Jill Biden, estuvo presente el pasado lunes durante la selección del jurado y también este lunes, junto a la esposa de Hunter, Melissa Cohen-Biden, y su hermana Ashley Biden.
Hunter es hijo de la primera esposa del presidente, la fallecida Neilia Biden, y está acusado de mentir en octubre de 2018 cuando no reconoció que consumía drogas en un formulario para comprar un revólver Colt Cobra de calibre 38, que luego guardó durante 11 días.
Lowell indicó este lunes al tribunal que su cliente no testificaría y el juez instruyó a los miembros del jurado a no tener en cuenta en su contra esa ausencia de declaraciones.
Según informó la cadena NBC, el abogado acabó su alegato leyendo un pasaje del libro de Hunter Biden en el que el acusado reconoce que recordar ese episodio de su vida le provoca «sentimientos de vergüenza y culpa».
El fiscal Leo Wise dijo que las pruebas aportadas a lo largo del juicio demuestran que Hunter «sabía que consumía drogas».
«Nadie está por encima de la ley», añadió recalcando que ha quedado probado que Hunter violó la ley cuando afirmó que no consumía drogas.
Es la primera vez en la historia de Estados Unidos que el hijo de un mandatario en activo se enfrenta a un juicio que, en este caso, puede afectar a la campaña de Joe Biden en las presidenciales del 5 de noviembre ya que los republicanos, especialmente el expresidente Donald Trump (2017-2021), lo utilizan con frecuencia como arma arrojadiza en su contra.
En un comunicado, el mandatario demócrata apuntó la semana pasada que como presidente no iba a hacer ningún comentario sobre casos federales pendientes, pero que como padre tenía un «amor ilimitado» por su hijo, «confianza en él y respeto por su fuerza», aunque el pasado viernes descartó indultarlo en caso de que llegue a ser condenado.
Los cargos contra Hunter Biden son el resultado de una investigación que se abrió en 2018 durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) y que el propio exmandatario, futuro candidato republicano para las elecciones de noviembre, ha usado para atacar a su contrincante Biden.
El hijo del presidente tiene pendiente otro juicio en California en el que se le acusa de haber evadido el pago de 1,4 millones de dólares en impuestos.