La Unidad de Inteligencia de la Policía Judicial del Ecuador encontró 16 tortugas galápagos y 55 caballitos de mar disecados durante un allanamiento relacionado con armas de fuego dentro de una vivienda en aparente estado de abandono en el barrio Centenario, al sur de Guayaquil.
Los agentes pidieron la intervención de la Unidad de Protección de Medio Ambiente (UPMA) que determinó la especie de las tortugas, que son consideradas como animales en peligro de extinción, e inició la investigación correspondiente.
“Verificamos y consultamos con funcionarios del Ministerio del Ambiente y funcionarios del parque nacional Galápagos, quienes determinan que las tortugas son del género de las tortugas de Galápagos, las tortugas gigantes”, indicó el sargento Fran Huilca, de la UPMA, según recogió El Universo.
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Sobre los otros animales disecados, Huilca dijo que “estos caballitos de mar los cocinan en salmuera, los mismos que los llevan a Europa, donde quedan consumidos en sopa, en bebidas alcohólicas, como afrodisiacos”.
Se pudo concluir que la casa donde estaban las especies llevaba abandonada durante un año. El último inquilino en habitar el domicilio habría sido de rasgos asiáticos según los vecinos de la zona.
El sargento Huilca dijo que tanto las tortugas como los caballitos son especies que suelen traficarse en Europa y Asia. “Son personas, por lo general extranjeras, que se dedican a acumular especímenes silvestres. En el caso de las tortugas gigantes de Galápagos, se trata de una especie muy apetecidas en el extranjero. Por ello hay personas las transportan en grandes cantidades para obtener réditos económicos”. De acuerdo con Huilca, cada tortuga galápagos puede costar más de USD 2.000 en Europa.
De galápagos
El agente también informó que “a los especímenes silvestres se les puso a buen recaudo, están a cargo del Ministerio del Ambiente. Son 16 tortugas juveniles de Galápagos, para la respectiva valoración, para ponerlas en cuarentena”.
La Unidad de Protección de Medio Ambiente de la Policía investigará este caso como tráfico de vida silvestre desde Ecuador hacia otros países.
El tráfico de vida silvestre está sancionado en las leyes locales; también existen convenios y protocolos que sancionan de forma penal, administrativa y económica a quienes cometen este delito.
En Ecuador, el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal sanciona este delito con una pena privativa de libertad de uno a tres años. Según la legislación, la persona que cace, pesque, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, trafique, se beneficie, permute o comercialice especímenes o sus partes, elementos constitutivos, productos y derivados, de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática, de especies amenazadas, en peligro de extinción y otras especies migratorias, listadas a nivel nacional por la Autoridad Ambiental Nacional, así como instrumentos o tratados internacionales ratificados por el Estado deberán ser sancionadas.
Fuente: Infobae