Guayaquil (Ecuador) (EFE).- El delantero uruguayo Mathías Acuña, de 32 años, llegó el viernes a la ciudad ecuatoriana de Ambato para cumplir la pretemporada con el club Mushuc Runa, pero las autoridades lo hallaron sin vida en un hotel, informó el portal Primicias.
Te puede interesar: Los Bulls homenajean a Rose, Edwards y Jokic se salen y Kawhi Leonard regres
Mushuc Runa expresó sus condolencias a la familia y seres queridos del jugador por la irreparable pérdida, cuyas aparentes causas las autoridades aún no han explicado.
Acuña y las medidas judiciales en su contra
El viernes, a su llegada a Ecuador, Acuña expresó al Canal del fútbol su deseo de cumplir «una buena pretemporada» y un destacado curso con Mushuc Runa.
El delantero, que se convirtió en una de las figuras del club en la Liga Pro de 2024, jugó 15 partidos y anotó 8 goles.
El 23 de diciembre pasado, su expareja lo acusó de presunto maltrato físico y psicológico.
Tras la acusación y mientras se cumplía la investigación, Acuña debió usar un grillete electrónico.
«Lo hacen como medida cautelar, no por ser culpable. En este país las leyes son así: Te ponen la tobillera (dispositivo de rastreo) por todo lo que sucedió anteriormente en otros casos y para que ellos (los servidores judiciales) tengan un control; pero repito, no por ser culpable».
Expareja de Acuña denuncia años de violencia
El futbolista dijo que la tobillera electrónica le ha dado «tranquilidad», porque su expareja no podrá inventarse un acercamiento ilegal. También comentó que le ha servido para «terminar esta relación tóxica de años», buscando cerrar este capítulo de su vida.
«Estoy tranquilo, rodeado de los míos que me conocen y saben que nunca violenté a nadie. Tengo dos hijas mujeres y quiero que las respeten y cuiden como deben, nací de una mujer, no tengo nada más que decir», había dicho.
Lu Rodríguez, expareja del futbolista uruguayo, publicó en diciembre en la red social X: «Evité este momento por muchos años, por miedo, por respeto a sus hijos, por amor, porque más allá de todo el daño, de todo lo que mucha gente sabe que pasé, hizo oídos sordos».
«Todo esto se incrementó y se convirtió en violencia física. Sí, años lo aguanté. Llegó al punto de no tener vergüenza de pegarme adelante de su familia, él lo sabe, su familia lo sabe, todos lo saben, pero la plata es lo único que los mueve», denunció.
Acuña se vinculó en junio pasado al Mushuc Runa, con el que se clasificó para la Copa Sudamericana de este año.