Santo Domingo. – La sala principal del Teatro Nacional acogió el concierto “Unidos por la Altagracia”, en el que se rindió honor a la Virgen de la Altagracia, madre del pueblo dominicano.
El escenario tuvo una cálida y especial escenografía, con una pantalla gigante al fondo desde donde se proyectaban momentos especiales que han marcado a los dominicanos con la Virgen.
Con un Teatro repleto de público, a las 8:40 salieron a escena Sonia Villanueva de Brouwer, organizadora del evento, y Monseñor José Dolores Grullón, presidente de la Comisión Nacional Unidos por La Altagracia, para dar gracias a los presentes y bendecir a todos los que fueron a disfrutar del concierto. Previo a entrar a la sala, un espacio con la Virgen colocada en una perfecta decoración dio oportunidad a que los presentes se hicieran fotos y estuvieran al lado de La Altagracia.
La primera en salir fue la artista Celines Díaz, quien cantó el tema “Hágase en mi”, dejando a los asistentes impactados con su majestuosa interpretación, luego Sibelle Marquez, con “Reina del pueblo”, puso a latir corazones que estaban allí.
Voces interpretando ópera, salsa y merengue llegaron desfilando uno a uno por un escenario delicado y preparado para este evento único. Cheo Zorrilla dejó sentir su magistral voz al interpretar “La mayor Intercesión”, luego siguieron, Claudia González, con “Donde ha florecido el naranjo”; Denitza González con “Junto a ti madre”; Paola González cantó “Reina y señora nuestra”; “Dios te salve Altagracia”, llegó en voz de Alisber Zapata; “Reina de paz, Reina de luz”, Pura Tyson; “Ave María de la Altagracia”, Niní Caffaro y el Corito Chichigua; “Cien años de amor”, Luis Guillermo Puello; “Noche de enero”, Paola González;“Virgen madre de nuestra nación”, Sibelle Márquez pases por Higüey”, Nini Caffaro; “No te olvides de mi”, Jovanny González, y “¡Oh! Virgen de la Altagracia”, Pura Tyson.
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La Filarmónica Hispaniola estuvo dirigida por José Miguel Taveras, mientras que Héctor Martínez Cabruja fue el coordinador musical, y el productor general Rafael Noesi. Fidel López hizo la escenografía y Hjalmar Gómez se encargó de la iluminación
