Cada 21 de junio, cuando el Sol alcanza su punto más alto en el cielo del hemisferio norte, el mundo celebra el Día Internacional de la Celebración del Solsticio, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de junio de 2019, a propuesta del gobierno de Bolivia. Desde entonces, esta jornada ha sido adoptada por múltiples culturas como un acto simbólico de respeto por la tierra, las tradiciones ancestrales y el equilibrio natural.
¿Qué es el solsticio y por qué se celebra?
El término “solsticio” proviene del latín sol (sol) y sistere (detenerse), haciendo alusión al aparente “reposo” del sol en su punto más extremo antes de invertir su movimiento. El solsticio de junio ocurre cuando el Sol alcanza su máxima declinación al norte del ecuador, provocando el día más largo del año en el hemisferio norte, aunque no siempre el más caluroso.
Los solsticios, tanto de verano como de invierno, han sido motivo de celebración desde tiempos remotos. La ONU reconoció que estos eventos astronómicos “encarnan la unidad del patrimonio cultural y las tradiciones de siglos de antigüedad”, destacando su valor simbólico para las sociedades que han dependido de los ciclos solares para la agricultura, la espiritualidad y la vida cotidiana.
Bolivia y su herencia ritual
En Bolivia, las comunidades indígenas celebran el solsticio con ceremonias tradicionales en honor al Inti (el Sol) y la Pachamama (Madre Tierra). Danzas, música, ofrendas y rituales de fuego marcan esta jornada sagrada que simboliza fertilidad, agradecimiento por las cosechas y renovación espiritual. La propuesta del país andino ante la ONU tuvo como objetivo preservar y dar visibilidad global a estos saberes milenarios.
Litha: el festival wiccano del fuego
La celebración del solsticio ha sido también adoptada por religiones contemporáneas como la wicca, una corriente neopagana moderna vinculada a la brujería y a cultos antiguos de la naturaleza. En este contexto, la festividad recibe el nombre de Litha, una celebración de fuego, abundancia y purificación.
Durante Litha, es común reunirse en torno a hogueras, realizar rituales de limpieza energética, cocinar al aire libre (como símbolo de sacrificio y abundancia), y celebrar con música, danza y bebida la llegada del verano como época de cosechas y plenitud.
Rituales modernos para un nuevo ciclo solar
Más allá de las tradiciones ancestrales, el Día Internacional del Solsticio se ha convertido en una oportunidad para realizar actos simbólicos que inviten a dejar atrás lo viejo y abrirse a lo nuevo. Algunas de las prácticas recomendadas incluyen:
- Realizar una limpieza profunda del hogar para renovar la energía del espacio.
- Encender una vela y quemar un papel con aquello que se desea soltar o superar.
- Donar ropa en desuso como acto de desapego.
- Organizar una comida abundante con amigos o familiares como celebración de la vida.
- Practicar meditación o yoga para reconectarse con uno mismo.
- Escribir deseos o intenciones para el nuevo ciclo y quemarlos simbólicamente.
Una invitación a reconectar con la tierra
En un mundo moderno marcado por el estrés y la desconexión con la naturaleza, el Día Internacional del Solsticio nos recuerda que aún podemos mirar al cielo, detenernos y sincronizarnos con los ritmos naturales. Esta festividad, cargada de simbolismo y espiritualidad, ofrece la oportunidad de renovar nuestra energía, agradecer la vida y reconectar con lo esencial.
Ya sea a través de un ritual ancestral, una práctica personal o una celebración colectiva, el 21 de junio es una fecha para honrar la luz, el fuego interior y el eterno ciclo de la naturaleza.