El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, afirmó que Europa «está sangrando» a causa de sus propias sanciones introducidas contra Rusia e instó a «cambiar la fallida política» de Bruselas.
«Las sanciones no cumplieron las esperanzas depositadas en ellas, la guerra no terminó. Europa está sangrando lentamente y, mientras tanto, Rusia está ganando mucho dinero. ¡Está claro que hay que cambiar la fallida política de sanciones de Bruselas!», escribió Orbán en sus redes sociales, acompañando la publicación de un video emitido durante una cumbre de la UE que se celebró esta semana en Praga.
«Esta es la cumbre de primeros ministros y presidentes de la Unión Europea», indicó Orbán en su mensaje, recordando que su país «luchó anteriormente por una exención del embargo petrolero y las sanciones». En sus declaraciones, señaló que, a pesar de los esfuerzos de Budapest, las medidas punitivas que ha ido introduciendo la Unión Europea contra Rusia «han disparado los precios de la energía».
«Los precios son casi inasequibles. Rusia no se ha puesto de rodillas en absoluto, mientras que las economías europeas están sangrando. Está claro que es necesario cambiar la política de sanciones», defendió Orbán en su discurso.
Ucrania estuvo presionando a la UE para que incluya no solo un tope al precio del petróleo, sino también un embargo al gas ruso en su próximo paquete de sanciones, a pesar de que a mediados de septiembre la Comisión Europea habría desistido de su plan de imponer tal medida.
Los Estados miembros de la UE que importan grandes cantidades de hidrocarburos rusos, como Hungría, Eslovaquia y Austria, se han pronunciado en contra de la iniciativa de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, por temor a que Moscú corte todo el suministro de gas y su economía entre en recesión, según la filtración del proyecto del plan de ahorro energético.