Berlín.- La primera planta de reciclado integral de baterías eléctricas para coches a partir de procesos mecánicos e hidrometalúrgicos abrió sus puertas este lunes en Kuppenheim (suroeste alemán), donde del fabricante de vehículos Mercedes-Benz tiene por objetivo reciclar hasta 50.000 módulos de acumuladores de electricidad al año.
En un acto en el que participaron el canciller alemán, Olaf Scholz, y Ola Källenius, el presidente de Daimler, empresa responsable de -entre otras- la marca Mercedes-Benz, la compañía con sede en Stuttgart (suroeste) dio por inaugurada una planta que resulta de la inversión de varias decenas de millones de euros y que es capaz de crear nuevas baterías a partir de acumuladores desechados.
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«El futuro del automóvil es eléctrico, y las baterías son un componente esencial de esto. Para producir baterías de forma sostenible y respetuosa con los recursos, el reciclaje también es clave», dijo Scholz en el acto que protagonizó en Kuppenheim junto a Källenius, según un comunicado de la empresa.
Allí manifestó el canciller que Alemania «sigue siendo un mercado puntero para las tecnologías nuevas e innovadoras».
En Kuppenheim, Mercedes-Benz reivindica ahora con su planta haber cerrado el círculo del reciclado de baterías en sus propias instalaciones, aunque en este proyecto colabora con Mercedes-Benz la firma Primobius, una cooperación entre la empresa alemana de ingeniería mecánica SMS Group y la compañía australiana especializada en el reciclaje y recuperación de materiales Neometals.
Procesos mecánicos permitirán a Mercedes-Benz en su planta de Kuppenheim separar, a partir de las baterías a reciclar, los plásticos de cobre, aluminio y hierro, mientras que otros tratamientos químicos servirán para recuperar cobalto, níquel y litio.
Esas materias primas resultan cruciales para la elaboración de las nuevas baterías.
Según Mercedes-Benz, la planta de Kuppenheim es capaz de recuperar más de un 96 % de los materiales esenciales para la construcción de nuevas baterías a partir de acumuladores de electricidad desechados.
Para Källenius, la planta reciclaje de baterías constituye «un hito clave en la mejora de la sostenibilidad de las materias primas».
«Junto con nuestros socios de la industria y la ciencia, estamos enviando una fuerte señal de fuerza innovadora para la movilidad eléctrica sostenible y la creación de valor en Alemania y Europa», concluyó.