Manila.- Las autoridades de Filipinas ilegalizaron este martes oficialmente los casinos virtuales para acabar con la criminalidad vinculada a este sector dirigido principalmente a usuarios chinos en el extranjero y que generaba beneficios milmillonarios.
Tras ocho años de actividad, los conocidos como POGO (siglas de Philippine Offshore Gaming Operators o Operadores de Juego Extraterritoriales) deberán dejar de operar a partir de hoy tras un largo historial de escándalos de esclavitud, tráfico humano y granjas de estafas.
Estos casinos en línea «se han convertido en un caldo de cultivo para actividades criminales, desde estafas en línea y lavado de dinero a actividades más serias como la prostitución, el tráfico humano e incluso los asesinatos», constató el director de la Corporación de Juego de Filipinas (PAGCOR), Alejandro Tengco, durante una charla organizada por el Instituto Stratbase a mediados de diciembre en Manila.
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., anunció el pasado julio la ilegalización de estas empresas de juego en línea y, finalmente, oficializó la orden en noviembre, al ligar su actividad a grupos mafiosos y criminalidad.
Estos casinos virtuales gestionan páginas web donde se puede jugar a la ruleta, al póker o las tragaperras en versión digital y fueron legalizadas en Filipinas en 2016 bajo la presidencia del Rodrigo Duterte.
Las autoridades chinas, que prohíben a sus ciudadanos participar en apuestas excepto en la región autónoma de Macao, advirtieron entonces que estos casinos no eran buena idea. No obstante, Duterte (2016-2022) se negó a cerrar estos negocios, al alegar el beneficio económico que suponían para el país.
Estos casinos virtuales, ligados a imágenes de mujeres crupieres ligeras de ropa repartiendo cartas ante la cámara, eran vistos como una fuente de dinero fácil.
Se estima que unas 41.800 personas, de las que un 18 por ciento eran chinas, trabajan en más de medio centenar compañías de juego digitales, que en 2019 aportaron unos 104.000 millones de pesos (unos 1.780 millones de dólares o 1.630 millones de euros) a la economía filipina, según datos del medio filipino Rappler.
Sin embargo, estos casinos virtuales también están vinculados a actividades delictivas y China denunció que empleaban a ciudadanos chinos en condiciones de «esclavitud moderna».
En junio de 2023, más de 2.700 víctimas de trabajo esclavo fueron rescatadas en la ciudad de Las Piñas, dentro del área metropolitana de Manila, en una de las mayores operaciones policiales de los últimos años contra los casinos virtuales.
Pese a su ilegalización, las autoridades filipinas temen que algunas empresas de juego virtual continúan operando en la clandestinidad, pero en pequeños grupos que se pueden mover fácilmente, en lugar de en grandes complejos con cientos de personas como hasta ahora.