Madrid.- La Feria Internacional de Turismo (Fitur) cerró este domingo con más de 110.000 visitantes, entre profesionales y público, que pudieron ver lo que ofrecían las casi 7.000 empresas de 107 países, entre ellos, una amplia representación de Latinoamérica, con República Dominicana como socio de esta edición.
Tanto el número de visitantes como de participantes invita al optimismo de cara a la temporada turística, tras dos años marcados por los efectos de la pandemia.
De los 107 países que acudieron a Fitur, 70 asistieron con representación oficial, y el resto estaban representados por empresas o como destinos turísticos.
En busca del turista europeo, los países latinoamericanos presentaron una oferta renovada, que combina destinos tradicionales y otros emergentes, innovadores, de naturaleza y poco concurridos, y en contacto con las tradiciones rurales.
Fitur, una de las ferias de turismo más importantes del mundo, se ha convertido desde hace décadas en un barómetro para tomar el pulso al turismo en el inicio de cada año, de manera que sus buenos datos parecen avanzar una buena temporada, a pesar de que, según la directora de la feria, María Valcarce, continúan las «incertidumbres» asociadas a la pandemia.
Para Valcarce, el balance es «muy positivo» porque «supera las estimaciones y expectativas» de los expositores, declaró hoy a EFE, y aseguró además que la feria ha contribuido a dinamizar las relaciones comerciales, por el volumen y calidad de los acuerdos cerrados, según trasladaron los participantes.
Los visitantes de esta 42 edición superan las previsiones de los organizadores y duplican los de la edición de 2021, que fue una versión especial y reducida de la feria, debido a la pandemia, aunque todavía está lejos de las cifras de enero de 2020, antes de la covid-19.
A las personas que asistieron físicamente a la feria hay que sumar los visitantes virtuales a través de la plataforma Fitur LIVEConnect, que alcanzó los 33.286 registros, un 10 % por encima de lo previsto, así como las visitas a la página web de la feria, 150.000, el doble que el pasado año.
Más allá de los números, la feria recuperó en esta edición algunas de sus tradiciones, como los trajes y artesanías de distintos países y de las regiones de España, así como la música o los eventos gastronómicos, lo que apunta a una cierta recuperación de la normalidad precovid.