Santo Domingo.- Como una «odisea» describe la presidenta de la «Fundación Manos Unidas por Autismo» Odile Villavizar, los esfuerzos que realizan las instituciones que ofrecen servicios dirigidos a las familias de niños con autismo.
Y es que aunque los integrantes de la organización desempeñan una labor apegada al amor y la entrega, en favor de niños, adolescentes y adultos con esta condición, precisamente, los aportes que reciben resultan muy inferiores en relación al gasto.
Villavizar relata que es por ello, que necesitan de manos solidarias que sirvan de puente en la recaudación de recursos que sostengan la institución, y así enfrentar la gran demanda de usuarios y costos operativos, que son muy altos.
La fundación da soporte a unos 70 usuarios, entre 2 y 25 años.
En «Manos Unidas por Autismo» asegura tener el desafío de sostener el centro con el aporte de los servicios que ofrecen y se ayudan con una serie de actividades durante todo el año, como rifas y caminatas, y así inyectar capital a la institución para evitar su cierre.
El anhelo de ofrecer a numerosas familias la respuesta pertinente se hace difícil y muy cuesta arriba, cuando se cuenta con tantas precariedades, narró.
Michelle Camacho, es una madre que habla en base a su propio testimonio y comparte dichas experiencias con Odile. Ella asegura que la población con autismo cada día tiene más diagnósticos y menos centros de atención, sobre todo, para personas de escasos recursos que puedan tener acceso a intervenciones de niños, jóvenes y adultos con esta condición.
Programas cerrados
Otras de las metas de Odile y Michelle, es abrir algunos programas cerraron permanecen cerrados desde la pandemia.
Se trata de «Preparación a la vida adulta» y «Reinserción a la vida productiva».
Asimismo tienen la intención de poder inyectar el «Aula de educación soporte especial», de transición e inclusión que antes tenían, pero no funciona por falta de recursos.
El aula tiene el objetivo de trabajar con los niños que van a ingresar a la escuela, dar los soportes académicos previos y ya cuando el infante esté preparado reinsertarlos a la escuela
Para lograr esa meta, necesitan un equipo de maestros, asistentes y una serie de materiales que en estos momentos no pueden adquirir.
Indicaron que ya tuvieron un acercamiento con el ministro de Educación y esperan reunirse con él, esperanzadas en obtener ese soporte que tanto necesitan.
Los síntomas a temprana edad
Los síntomas, rasgos o características que llevan a determinar a un padre si su hijo o hija padece de autismo son múltiples y pueden empezar alrededor de los 12 meses de vida.
La falta de interacción, el habla, escucha u obediencia en mandato simple, sino va en sintonía con la edad cronológica, empieza la preocupación.
«Un niño a una edad según los mitos del desarrollo, debe de tener un proceso de crecimiento y habilidades a cierta edad, y si no habla adecuadamente y tiene pocas palabras por ejemplo a los 18 meses, deben de poner atención a esas señales», explicó Odile Villavizar.
Paciencia
La palabra «paciencia» es una de las palabras claves que mejor describe la relación de padre e hijo en estos casos.
«En el caso por ejemplo cuando uno tiene un diagnostico eso te ayuda mucho con la paciencia ya que se empieza a conocer de la condición y en las situaciones que te veías expuesto que el niño en cierta rabieta reacciona llorando, y eso hace que uno como padre pierda la paciencia», dijo.
Recordatorio del color
La caminata «Darle color a mi vida» arriba a su séptima edición tendrá lugar el 24 de abril en el Jardín Botánico a las 8:00 de la mañana.