Santiago.- La gobernadora de Santiago, Rosa Santos, se erigió como la voz de los marginados en el seno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), exigiendo respeto y justicia para los organismos y militancias locales, ante atropellos recientes de los que han sido objeto.
Santos hace el llamado en el marco del conflicto ocurrido en Tamboril y Navarrete, tras decisiones de cambios de funcionarios locales del Ministerio de Educación adoptadas sin consensuar con los organismos de esos municipios.
En ese sentido, la representante del poder ejecutivo en Santiago exige a las altas esferas del partido que respeten las raíces que sustentan su poder, las bases y los organismos locales. Santos alzó su voz contra lo que consideró un irrespeto de los funcionarios, quienes, según sus palabras, parecen olvidar que sus cargos fueron conquistados por la militancia en las comunidades.
La gobernadora se mostró indignada y puntualizó que desde la capital deben aprender a respetar el poder local, en un llamado a la cúpula nacional del PRM para que cesen las imposiciones y devuelvan la dignidad al liderazgo local.
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Los conflictos entre dirigentes del partido del gobierno han ganado espacios con la destitución de Sergio Guzmán, director del Distrito Educativo 08-09, una decisión que, para muchos, fue como arrancar un árbol centenario del suelo fértil de Tamboril. En su lugar fue designada Rosa Dolkarys D’Aza Caraballo, considerada una figura de linaje político, pero sin arraigo en la comunidad.