El Gobierno de Países Bajos ha aprobado una ley que permite a la princesa heredera, Amalia, ser reina de Países Bajos si desea casarse con una mujer, es decir, si un heredero al trono de Países Bajos quiere ser jefe de Estado, puede contraer matrimonio con una persona del mismo sexo.
El debate sobre si la princesa Amalia tendría que renunciar al trono en caso de querer casarse con alguien del mismo sexo, lo planteó un diputado del propio partido liberal (VVD) del primer ministro, Mark Rutte, que instó a aclarar algo que el jefe de Gobierno zanjó diciendo que “no será un obstáculo” para el gabinete, sea quien sea el heredero al trono.
“El Gobierno cree que el heredero también puede casarse con una persona del mismo sexo y no ve un obstáculo legal permitir el matrimonio de un heredero con una persona del mismo sexo. Por lo tanto, el gabinete no considera que un heredero al trono o el rey deba abdicar si desea casarse con una pareja del mismo sexo”, detalló Rutte.
La sucesión al trono
El problema de la sucesión al trono posterior planteaba dudas sobre cómo lidiar con este asunto, Rutte solo dice que debe quedar claro quiénes son los hijos en un matrimonio entre las dos personas del mismo sexo y se deben hacer acuerdos al respecto si se diera el caso.
En el escenario de que el matrimonio adoptase niños o los concibiese, por ejemplo, a través de un donante de esperma o maternidad subrogada, se tendría que plantear al gabinete que gobierne en ese momento si serían elegibles al trono.
Aunque la Constitución neerlandesa se basa en la idea de la sucesión hereditaria, la forma en la que se organiza hoy en día el derecho de familia moderno no asume automáticamente como “hijos” solo a aquellos que descienden biológicamente de los padres que los conciben. “El propósito de las disposiciones constitucionales sobre la sucesión es determinar sobre bases objetivas e inequívocas a quién pasará la monarquía y así lograr la certeza políticamente deseada con respecto a la sucesión”, agregó el primer ministro en funciones.
El consentimiento sobre los herederos al trono
Cuando la princesa Amalia, que aún tiene 17 años, decida contraer matrimonio, el Gobierno y las dos cámaras en Países Bajos tendrán que considerar la sucesión “a su debido tiempo” en caso de que haya hijos en la familia de la heredera que no sean descendientes legales de la misma.
En caso de debate en el futuro para alcanzar el consentimiento necesario sobre los herederos al trono, las dos cámaras “pueden, si es necesario, considerar la posición de la ley de paternidad de los niños nacidos del matrimonio” que sea relevante y aplicable en ese momento. “No es apropiado ahora anticipar tal ponderación con respecto a la sucesión (…). Esto depende demasiado de los hechos y circunstancias del caso específico, que, como también se puede ver con respecto al derecho de familia, puede cambiar con el tiempo”, concluyó Rutte.
La publicación del libro «Amalia, el deber te llama»
La propia Amalia nunca ha hablado públicamente de su sexualidad, pero el motivo de las preguntas parlamentarias a Rutte se originó tras la publicación el pasado mes del libro “Amalia, el deber te llama”, del abogado Peter Rehwinkel, en el que analizó esta hipótesis y concluyó que, en base a las normas actuales, si Amalia quisiera casarse con una mujer, debe renunciar al trono.
En 2001, el entonces secretario de Estado de Justicia, Job Cohen, razonó que la monarquía es una institución hereditaria y debido a que dos mujeres o dos hombres no pueden tener hijos biológicos de su propio matrimonio, se perdería ese carácter hereditario de la realeza, pero nunca se planteó el escenario de la homosexualidad desde entonces, por lo que esa declaración seguía siendo válida.