Santo Domingo. – El Hospital Salvador B. Gautier aclaró este miércoles la situación del paciente Cristian Manuel Aguasvivas, de 18 años, quien lleva varios días ingresado en el centro de salud, pero no por lesión física, sino por salud mental.
La directora de la Unidad de Salud Mental del Hospital Salvador B Gautier, Alexandra Hichez, aseguró este miércoles que el joven ingresado en el centro médico por supuesta agresión en un destacamento de la Policía Nacional en San José de Ocoa, no presenta golpes en su cuerpo.
La doctora Hichez, quien directamente da seguimiento al caso, negó que haya sido golpeado por agentes, esto pese a que la madre aseguró que fue agredido por miembros de la uniformada en el destacamento de Ocoa.
La especialista luego de realizarle varios estudios hace 9 días, diagnosticó que el joven de 18 años padece varios trastornos mentales y al llegar al centro estaba en buen estado de salud.
La doctora Hichez informó que el joven fue llevado al centro asistencial por su madre identificada como Magalys, para que sea atendido en esa área por episodios de agresión que ella misma afirma ocurrieron hace un mes en San José de Ocoa. Allí supuestamente estuvo detenido.
La misma madre del joven ha cambiado varias veces las versiones sobre la condición de su hijo, explicó la psiquiatra.
“No podemos hablar de lo que le aconteció hace un mes, él fue traído hace nueve días buscando asistencia vía emergencia antes de ser ingresado, ya que llevaba varias semanas visitando otros centros, pero por no capacidad se le daba medicamentos ambulatorios y lo enviaban a la casa”, dijo la doctora Hichez, quien agregó que como no había camas en ese momento en el departamento que dirige, se llamó a los familiares tres días después, lo trajeron y desde hace seis días está ingresado.
Indicó que el joven llega con un cuadro de salud mental donde predominantemente tiene una sintomatología psicótica pura, en las que predomina las alteraciones del estado de pensamiento, donde hay alucinaciones, ideas delirantes de grandeza, hostilidad y un discurso bastante incoherente que fluctúa entre una cosa y otra, “de hecho en estos momentos nosotros lo tenemos bajo contención mecánica (sedado y atado).
Al ser cuestionada sobre si presenta golpes en su cuerpo como fue publicada en algunos medios la denuncia de la madre, la especialista en psiquiatría hizo la siguiente aclaración: “el paciente llegó después de un mes de esto supuestamente haber ocurrido, “las supuestas laceraciones, digo supuestas porque la madre cada vez que se le entrevista sobre lo ocurrido dice algo o quita algo”, explicó.
Dijo que para el centro es determinante la historia clínica, o sea, cómo sucedes las cosas.
“Pero él ya había tenido varios episodios de agresividad, en los que hubo que sujetarlo en varias ocasiones y llegó con unas laceraciones características de atadura, más que nada, ahí se nos queda un paréntesis, porque yo no estaba en el momento que quizás ocurrieron las cosas, solamente les podemos decir de nueve días para acá”, destacó.
Agregó la médico de la conducta que cuando vino “incluso se puso hostil, agresivo y hasta yo tuve que sujetarlo. Y te pregunto, si mañana amanece con una laceración en mano, van a decir que yo le di golpes”.
También resaltó que la propia madre narró que de los primeros episodios que tuvo el joven decía que era un enviado y que debía ungir a una sobrina suya, y es allí que viaja para Ocoa y se da una situación particular con sus familiares y lo detienen (la Policía), y luego, se le entrega a la progenitora y esta viene a la capital y comienza a buscarle asistencia psiquiátrica.
Manifestó sobre este caso que existe lo que se llaman diagnósticos de ingreso, y por ser un primer episodio, se quedan suscritos en un trastorno psicótico no especificado, pero pudiera estar inclinado a la esquizofrenia.
Sobre lo que dijo la madre a un medio de comunicación de que tenía que pagar unos 50 mil pesos por los días que se le han asistido en el centro, Hichez aclaró que no era cierto, que incluso no se ha preparado el expediente de salida. Y que a la hora que pidió el alta, tampoco estaba funcionando facturación. “Entonces no sé, de dónde dice que 50 mil pesos”.
“Hay algo interesante. Lo que ocurre es que la señora anoche pidió su de alta petición porque el chico le decía que se quería irse. Yo mandé a autorizar se la dieran, pero esta mañana ella misma me dijo doctora chancéeme, que yo no tengo quien me ayude a cuidar a mi hijo porque yo trabajo como conserje. Yo entonces volví a reingresarla.