Santo Domingo. – Un día como hoy, pero del año 1913, nació Pedro Julio Mir Valentín, quien en 1984 fue declarado por el Congreso Nacional como poeta nacional dominicano, tras destacarse por su poesía de compromiso social a favor de los más explotados.
“Hay un país en el mundo”, “Amén de Mariposas”, “Contracanto a Walt Whitman”, son algunas de las obras más reconocidas del inmortal escritor.
Sus inicios en la poesía
A principios de los años 30, Pedro Mir empieza a escribir sus primeros poemas, mostrándolos a amigos y relacionados. Uno de esos amigos decide, sin consultarle, llevar unos versos al escritor Juan Bosch, quien ya en ese entonces era una figura literaria importante en el ámbito dominicano.
La fibra poética natural del autor llama la atención de Juan Bosch, pero éste desestima los versos diciendo que el poeta tiene talento, pero debería “dirigir los ojos a su tierra”.
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Enterado Pedro Mir, decide escribir sus primeros poemas de corte social y esta vez enviárselos a Juan Bosch él mismo. Bosch no contesta, sino que publica los versos en su sección del periódico Listín Diario, con un título que luego sería una profecía: ¿Será este muchacho el esperado poeta social dominicano?
Pedro Mir continúa escribiendo y en 1941 se gradúa de Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, ejerciendo en una oficina de abogados de la capital dominicana.
Oprimido por ‘El jefe’
Sin embargo, la presión de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo se hace insoportable, especialmente para quien escribía poesía social.
Dicho escrito era considerado un desafecto al régimen, recibe amenazas y vive en zozobra hasta que marcha hacia Cuba en 1947, un exilio que se prolongaría hasta la caída del régimen del tirano en 1961.
Tras la desaparición del régimen de Trujillo, Mir regresa al país en 1962, pero al caer el gobierno de Bosch el poeta se enferma y decide viajar fuera del país, aunque regresa y se establece finalmente con su familia en la capital dominicana en 1968, dedicándose a la cátedra en la UASD durante varias décadas.
El escritor se dedicó por varios años a la investigación histórica y falleció a los 87 años de una larga y fuerte dolencia pulmonar en Santo Domingo el 11 de julio de 2000.
