Esta batalla se efectuó en el cerro de Beller de la provincia de Dajabón. Los haitianos en un nuevo intento por imponerse a la reciente nación dominicana lanzaron una nueva ofensiva en el año 1845.
Esta gesta militar fue realizada 27 de octubre del año 1845, dirigida por Francisco Antonio Salcedo y José María Imbert, los dominicanos demostraron una vez más que no querían estar bajo el yugo represivo de los haitianos.
Sin embargo, este es un hecho que en la historia criolla no puede analizarse de forma individual ya que, se sucedieron una serie de acontecimientos que forman parte de una ofensiva haitiana que se produjo un poco después de la proclamación de la independencia nacional el 27 de febrero de 1844.
El sucesor de Charles Hérard, Philipe Guerrier, estuvo en el poder de Haití apenas por un año, hasta su muerte acaecida en abril de 1845.
Entonces Guerrier fue sucedido por el General Jean Louis Pierrot, un anciano oficial que había perdido en Santiago la batalla del 30 de marzo de 1844, quien tenía la idea de vengarse de los dominicanos, que decía “yo no renunciaré jamás a la indivisibilidad del territorio haitiano”.
Inmediatamente asumió el poder en el vecino país organizó su ejército y nuevamente lo lanzó contra los dominicanos, pero en esta segunda ocasión los criollos estaban mejores preparados que el año anterior.
El avance de los haitianos que fue lanzado por las fronteras del Norte y el Sur, donde se libraron numerosos combates, que mantuvieron a los generales Antonio Duvergé y José Joaquín Puello en continua actividad durante todo el resto del año 1845.
En el Sur los haitianos apenas pudieron llegar hasta Las Matas de Farfán de donde fueron desalojados en corto tiempo al ser derrotados el 17 de septiembre del mencionado año en la batalla librada en La Estrelleta, retirándose a su país.
Al mes siguiente, el día 27 de octubre, los dominicanos desalojaron a los haitianos del fuerte de la Sabana de Beller, llamado también por ellos el Invencible, en la otra gran batalla de esta campaña, con lo que quedó libre la frontera del norte de la amenaza extranjera.
Los generales dominicanos que dirigieron nuestras fuerzas en la batalla de Beller fueron Francisco Antonio Salcedo y José María Imbert.
Pero no conforme, el presidente Pierrot quiso entonces declarar una guerra por mar. Envió una flota, pero al querer desembarcar en Puerto Plata, debido a la oscuridad de la noche, encallaron en la Poza del Diablo, cayendo todos prisioneros el día 21 de diciembre.
Con estas derrotas, el ejército dominicano libró por segunda vez a la República Dominicana de ser sometida por los haitianos.
Por su parte, el general Pierrot, quiso contrarrestar y anunció una nueva campaña el primero de enero del 1846, pero sus oficiales y soldados cansados de ocho meses de lucha estéril, acogieron con frialdad ese nuevo llamado.
Al mes siguiente, en febrero, cuando Pierrot ordenó a sus tropas marchar sobre la República Dominicana, el ejército haitiano se amotinó y los soldados proclamaron su destitución como presidente de Haití.