viernes, febrero 21, 2025
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Paul Watson: «Trump va a enfadar a tanta gente que habrá una reacción muy fuerte»

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París.- Cuando Paul Watson dejó el pasado diciembre la cárcel de Groenlandia en la que pasó 5 meses, Donald Trump ya era presidente electo de Estados Unidos. En vez de desmovilizar a un ecologismo mundial en horas bajas, la llegada del magnate a la Casa Blanca supondrá un despertar, prevé el célebre activista.

«Creo que esa elección va a jugar en nuestro favor porque (Trump) va a enfadar a tanta gente que habrá una reacción muy fuerte. En dos años hay elecciones de medio mandato, las perderá y (los congresistas) le destituirán», vaticina en una entrevista con EFE el mundialmente conocido como defensor de las ballenas.

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Watson, de 74 años, recibe a un equipo de la agencia dentro de una barcaza atracada en un exclusivo muelle del Sena, a los pies del Puente de las Artes. De su acogedor camarote, calentado por una calefacción a leña, sobresale un voluminoso baúl que el americano-canadiense abre con celo.

«Estas son las 5.000 cartas que recibí durante mi encarcelamiento. Estoy pensando en organizar una exposición», asegura el activista, mientras pasa la mano por su barba blanca, que, junto al largo pelo que aún luce, le imprimen un aura de venerable santón.

Catalogado como uno de los pioneros del combate en favor de la protección del medio ambiente desde que comenzó con Greenpeace, su radical método acuñado por él mismo de «agresividad no violenta» y puesto en práctica por la ONG que fundó en 1977 Sea Shepherd le ha traído numerosos problemas judiciales.

«Cuando me echan en cara ser un ecoterrorista simplemente digo que no trabajo para Monsanto, ni para Exxon. No me digas que soy un ecoterrorista. No he herido a una persona en 50 años», se defiende el también conocido como ‘el pirata ecologista’.

¿Un buen ejemplo de ese controvertido método? «Si un cazador furtivo está a punto de disparar a un elefante y usted le quita el rifle de la mano y lo destruye, salvando así la vida del elefante, eso es un buen ejemplo de no violencia agresiva».

Algunos países no están de acuerdo con su filosofía. Costa Rica y, sobre todo, Japón le han acusado de poner en peligro la vida de los pescadores que cazan cetáceos y emitieron órdenes de arresto internacionales.

Los japoneses han estado detrás del último encarcelamiento en una cárcel de Nuuk, capital de Groenlandia, entre julio y diciembre de 2024.

«Cada situación nos da una oportunidad. Y esta fue una muy buena para poner el foco internacional en las continuas operaciones ilegales de caza de ballenas por parte de Japón, con el beneficio adicional de centrar la atención en la matanza de ballenas piloto  y delfines por parte de Dinamarca en las Islas Feroe», sostiene.

Watson fue precisamente detenido por las autoridades danesas por solicitud de Tokio, que demandaba una extradición finalmente denegada por parte de Copenhague.

«Estaba muy confiado en que no me iban a extraditar, dudo de que los daneses hubiesen aguantado tanta presión internacional», admite. El papa Francisco y los presidentes de Francia y Brasil, Emmanuel Macron y Luiz Inácio Lula da Silva, respectivamente, presionaron en favor de Watson.

Watson apunta hacia la pesca ilegal en España

Los movimientos ecologistas han perdido fuelle en buena parte de los países, especialmente por el aumento del coste de vida desde el estallido de la invasión rusa de Ucrania hace tres años.

«Nos adaptamos constantemente a una disminución (. Los seres humanos son extremadamente egoístas y muy vendibles. Se trata de interés propio (…) Pero solo puedes adaptarte hasta cierto punto antes de que todo se derrumbe (…) ¿Qué sentido tiene una industria pesquera sin peces?», se pregunta el activista.

El fundador de Sea Shepherd apunta a tres países: «España es uno de los peores países pesqueros del mundo después de China y Rusia. Hay muchísimos barcos ilegales que operan desde Galicia, a través de una mafia local. Frenamos varios de sus barcos en 2015».

Tras volver en diciembre a Francia, donde vive su mujer de origen ruso y dos de sus hijos, y en espera de que se responda a su solicitud de naturalizarse francés, el veterano capitán ha forjado su particular filosofía navegando entre tempestades. Mejor no pensar en la que está por venir.

«Si empiezas a preocuparte por el futuro te vas a deprimir y no vas a ayudar a nadie. Céntrate en lo que puedas hacer ahora y cree que lo imposible puede ser posible. Lo he visto muchas veces. Quién pensaba, en 1972, que Nelson Mandela iba a ser presidente de Sudáfrica» resume.

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