Bagdad.– Las autoridades de Irak iniciaron una investigación tras el presunto «robo» de un total de 2.500 millones de dólares de la cuenta bancaria de la Comisión de Impuestos, un nuevo caso de corrupción en el país en un momento en el que se está intentando formar Gobierno para salir de la parálisis política.
El diputado Ahmed al Rubaie reveló en un comunicado que el Ministerio de Finanzas confirmó el «robo» de 3.700 millones de dinares iraquíes (unos 2.500 millones de dólares) de la cuenta bancaria de la Comisión de Impuestos, que estaban custodiados en la entidad pública Banco Rafidain.
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Este nuevo caso de corrupción, que ha vuelto a sacudir a un Irak inmerso en el conflicto político, ha causado una gran polémica en un momento en el que el país está atravesando una severa crisis económica, mientras que el Estado no puede proveer electricidad sin cortes a sus ciudadanos ni pagar los sueldos de los funcionarios.
La diputada Alia Nasif, miembro del Comité de Integridad Parlamentaria, dijo en un comunicado que «el monto robado fue retirado en efectivo por los directores ejecutivos de cinco empresas», que calificó de «fantasmas».
Asimismo, acusó a la Comisión de Impuestos de participar en la operación con estas compañías (Al Hut al Ahdab, Riah Baghdad, Al Qant, Al Mobdion y Badiya al Masa), puesto que «es imposible que el robo se lleve a cabo sin la presencia de involucrados» del organismo o la entidad bancaria.
El caso está siendo investigado y ha sido trasladado al Poder Judicial, que ha citado ya a varios altos funcionarios del Ministerio de Hacienda «respecto a las lagunas que condujeron a este gran incumplimiento y abuso escandaloso de dinero público», según un comunicado del Comité de Integridad iraquí.
En el ranking de países más corruptos del mundo Irak ocupa el puesto 157 de 180, mientras que el Gobierno saliente denunció desde su formación en 2020 que las arcas públicas estaban «prácticamente vacías» debido a la corrupción endémica en el país, según Transparencia Internacional.
Precisamente, debido a la corrupción y a la falta de empleo, los iraquíes salieron en masa a las calles en 2019 en unas protestas que provocaron la caída del anterior Gobierno y forzaron unas elecciones anticipadas.