Santo Domingo, RD.- Guitarrista clásico, activista cultural y pedagogo por vocación e iniciativa propia. A Camilo Rijo Fulcar la Zona Colonial le debe su “Escuelita de Música”, un espacio que reúne cada domingo a niños y jóvenes de la zona y otros lugares de la capital que buscan elevar sus conocimientos artísticos.
Comenzó impartiendo clases gratis y así continúa. En principio eran niños y niñas de la calle El Conde, pero las ideas nunca se quedan de un solo tamaño cuando encuentran un corazón comprometido que alimenta su llama.
Siete años después, la escuelita es una “señora escuela” al aire libre, con más de 400 alumnos que asisten todos los domingos, a partir de las 9:00 de la mañana, en el Parque Colón.
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Entre sus estudiantes y colaboradores, De Último Minuto pudo conocer a Junior Nehemías, un joven especial de tipo psiquiátrico que gracias a la escuelita puede llevar un tratamiento y a la vez aprender música.
El interés de aportar a la sociedad fue tal, que otros músicos de manera voluntaria han decidido acompañar a Camilo a hacer crecer a niños y jóvenes convocados por la música y el deseo de aprender a tocar instrumentos de viento, cuerda y percusión, de canto y lectura musical, impartidas por más de 50 profesores.
Escuelita del Parque Colón
Esta iniciativa no solo ha impactado la vida de niños y adolescentes, sino también a cada padre que asiste cada domingo a apoyar a sus hijos.
Pero este proyecto ha encontrado en el camino complicaciones, tanto económicas como de personal de apoyo, por los que se ha creado un Patreon.
Que no es más es un sitio web de micromecenazgo para proyectos creativos, y se está a la espera de su aprobación como una fundación para poder seguir cumpliendo con los planes de elevar la música, y ayudar a niños, niñas y adolescentes a alcanzar sus sueños.
La Escuelita del Parque Colón es una de las iniciativas más bonitas y desprendidas que hay en la actualidad, por lo que es necesario respaldarla, tanto en lo económico como en lo operacional, para que siga siendo ese escenario que todos los domingos le da una vibra especial y diferente a la Ciudad Colonial.