Naciones Unidas. – La ONU pidió este viernes a los donantes internacionales dinero de forma urgente para poder atajar la crisis alimentaria que se vive en Haití, donde casi 5 millones de personas se ven afectadas por el hambre y, de ellas, 1,8 millones están en grave peligro.
La situación en el país caribeño se abordó en una reunión especial del Comité Económico y Social de Naciones Unidas (Ecosoc), cuya presidenta, Lachezara Stoeva, alertó que la crisis que Haití arrastraba ya por la inseguridad y otros problemas ha empeorado de forma muy importante tras el reciente terremoto y las inundaciones.
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«Haití necesita nuestra atención urgente», subrayó Stoeva, que destacó que el plan humanitario diseñado por la ONU para este año sólo ha obtenido hasta ahora un 20 % de los 719 millones de dólares presupuestados.
«La inseguridad alimentaria ha empeorado por la crisis económica, los desastres naturales y una caída de la producción agrícola, agravada por la creciente violencia de las bandas», recordó.
LA SITUACIÓN MÁS GRAVE DESDE EL TERREMOTO DE 2010
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la situación es la peor en el país desde el devastador terremoto de 2010 y sigue empeorando cada día.
«El hambre ha alcanzado niveles récord. 4,9 millones de personas -casi la mitad de la población- están en severa inseguridad alimentaria. Esto incluye a 1,8 millones de personas que están en serio riesgo de morir de hambre», señaló en un víieo la directora ejecutiva de la agencia, Cindy McCain.
Según McCain, sin fondos adicionales el PMA no podrá asistir a todos los necesitados y calculó que hacen falta como mínimo 122 millones de dólares para los próximos seis meses.
«Haití está al borde de la catástrofe. La mitad de la población necesita asistencia humanitaria, incluidos casi 3 millones de niños, pero la mitad de los necesitados no la están recibiendo, en gran medida por la inseguridad y una financiación humanitaria insuficiente», denunció la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Catherine Russell.
Russell dijo que desde el año pasado se ha producido un incremento del 30 % en el número de niños con problemas graves fruto de la malnutrición, un problema que afecta de forma crónica a un cuarto de los menores del país.
En nombre del Gobierno haitiano intervino en la cita el ministro de Planificación y Cooperación Exterior, Ricard Pierre, quien subrayó la necesidad de ayuda alimentaria, pero que pidió que esta no perjudique a la producción agrícola en el país.
En ese sentido, consideró necesario un programa de inversiones en agricultura para permitir acabar con la inseguridad alimentaria en un «horizonte realista».
En todo caso, Pierre subrayó que a día de hoy el principal problema es el suministro de alimentos a la población que los necesita como consecuencia de la violencia de las bandas armadas.
Por ello, insistió en la petición de su Gobierno para que se envíe al país una fuerza armada internacional para ayudar a combatir a esos grupos y avisó de que, si eso no ocurre, hay un «riesgo casi seguro de guerra civil».
Pese a que la ONU pidió ya el pasado octubre la creación de esa operación, hasta ahora esta no se ha cristalizado por las dificultades para encontrar a un país dispuesto a encabezarla.