Todos los sistemas de codificación digital tienen sus pros y contras. En República Dominicana se optó por la codificación ATSC 1.0, aunque ya está operativa la más moderna ATSC 2.0, utilizada en Estados Unidos. Este país comenzó con ATSC 1.0 y, tras varios años, ha pasado a utilizar ATSC 2.0. Estos cambios tecnológicos siempre implican costos adicionales. Lo que se puede afirmar es que un transmisor moderno puede funcionar con cualquier tipo de formato digital.
En Europa se utiliza el estándar DVB-T, que permite transmitir hasta seis contenidos por canal. Aquí se plantea la posibilidad de transmitir dos contenidos. Sin embargo, si con uno solo ya se percibe una calidad deficiente, ¿qué se incluirá en el segundo canal? ¿Con qué recursos? Esto podría convertirse en un verdadero dolor de cabeza.
Además, hay un problema evidente: la falta de antenas de recepción de televisión digital o analógica en los hogares dominicanos. Apenas se distribuyen los conversores de señal digital a analógica (las famosas «cajitas»), pero estas deberían incluir también una antena que se pueda instalar en el techo de las viviendas.
Por otro lado, las autorizaciones emitidas por INDOTEL resultan controvertidas. Por ejemplo, a TeleSistema se le han aprobado potencias de transmisión al menos cinco veces superiores a las necesarias, y algo similar sucede con Canal Visión. Esto implica costos exagerados para los propietarios de los canales: gastos innecesarios en la compra de maquinaria, antenas y accesorios, así como elevados costos operativos. Por ejemplo, TeleSistema deberá asumir un gasto de aproximadamente 7 millones de pesos al año solo en electricidad.
CERTV, por su parte, se ha visto obligado a retrasar inversiones estimadas en unos 8 millones de dólares debido a estos costos inflados, solicitando apoyo económico al INDOTEL, según declaraciones del nuevo director de CERTV.
Muchas otras cadenas de televisión aún no han iniciado esta transición, principalmente debido a las altas inversiones requeridas y los dudosos beneficios.
¿Quién pagará todo esto?
Es probable que sea el pueblo dominicano, a través de anuncios gubernamentales millonarios que servirán para mantener la opinión de los medios alineada con los intereses oficiales.
Será interesante ver cuáles emisoras de televisión realmente están preparadas para brindar el servicio digital solicitado. La discusión sobre el «apagón analógico» parece haber quedado en el aire, ya que, de aplicarse, prácticamente todos los canales de televisión tendrían que dejar de transmitir.
En muchas zonas del norte, este, oeste y sur del país, las emisoras no transmitirán digitalmente, porque INDOTEL está muy atrasado con la distribución de los conversores.
¿Qué se esconde detrás de esta modernización?
¿Será esto el comienzo de la desaparición de 20 millones de dólares? ¿Por qué no enfocarnos mejor en sanear el monopolio de las telecomunicaciones en el país, mejorar el servicio de internet y ajustar los precios de los famosos «paqueticos»? ¿Por qué no regular las tarifas y garantizar mejores servicios de cable, internet y telefonía para los hogares dominicanos?