Miles de trabajadores se manifestaron este domingo en España convocados por los sindicatos mayoritarios para celebrar el avance de los derechos laborales, aunque urgieron subidas salariales y otras medidas para compensar los perjuicios de la inflación, además de solidarizarse con los ucranianos.
En la manifestación de Madrid de este primero de mayo, los líderes sindicales advirtieron de que “queda mucho por conseguir”, por ejemplo en relación con las causas e indemnizaciones de los despidos, y a pesar de la subida del salario mínimo (SMI) o la ley por la que los repartidores autónomos de las plataformas digitales pasan a ser asalariados.
El febrero pasado, el Gobierno pactó con los sindicatos elevar el SMI hasta los 1.000 euros (1.050 dólares) en 14 pagas, negociación que concluyó sin el acuerdo de la patronal.
En declaraciones a la prensa, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, citó cuestiones como la salud y seguridad en los puestos de trabajo. Por ello, argumentó, el Día del Trabajo es el momento para “tomar aliento y seguir en la lucha”.
El líder de CCOO, Unai Sordo, constató una “gran incertidumbre” sobre la evolución de la economía y el empleo a causa de una “guerra criminal (la de Ucrania) y de un incremento desmesurado de los precios”.
Por eso, instó a las organizaciones empresariales a que firmen un acuerdo salarial que garantice el poder de compra de los trabajadores.
Los sindicatos pidieron al Ejecutivo, que dirige el socialista Pedro Sánchez, que aplique medidas que frenen la subida de precios y fomenten la igualdad. La inflación se situó en abril en el 8,4 % interanual en España, en parte por la crisis energética causada por la invasión rusa de Ucrania.
Hace tres meses, el Parlamento aprobó una reforma acordada por el Gobierno y los agentes sociales para reducir la temporalidad, uno de los principales problemas del mercado laboral español, y volver a dar prioridad a los convenios sectoriales, frente a los de empresa, lo que favorece a los empleados de pequeños negocios.
En la manifestación de Madrid, la principal del país, participaron unas 50.000 personas según los sindicatos (10.000 según las autoridades).
Asistieron la ministra de Trabajo, la izquierdista Yolanda Díaz (Unidas Podemos), que anunció una próxima “gran reforma” del Derecho laboral español, y la portavoz del Gobierno, la socialista Isabel Rodríguez, entre otros.