Ciudad de Guatemala.- Una mujer indígena describió este lunes en Guatemala el dolor sufrido en 1982 por violencia sexual y el ataque contra su poblado natal, en la continuidad del juicio por genocidio en contra del general retirado Manuel Benedicto Lucas García.
La declaración en el proceso judicial que enfrenta Lucas García se llevó a cabo sin divulgar la identidad de la mujer, que atestiguó en medio en una corte adaptada con paredes de madera removibles para que pudiera ocultar su rostro.
Con la voz entrecortada por las lágrimas, y en su idioma indígena natal, la mujer relató, mediante un traductor, que no busca «dinero», solamente «justicia» y que «vaya a prisión» el sindicado.
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«Nosotros teníamos bastante miedo. Era como la presencia del demonio mismo», contó la mujer en referencia a los soldados del Ejército de Guatemala que presuntamente cometieron la masacre, al identificarlos erróneamente como miembros de las fuerzas guerrilleras rebeldes.
El juicio es en contra de Lucas García, de 91 años, acusado de dirigir entre 1981 y 1982 operaciones militares en el noroeste de Guatemala, donde murieron más de 1.770 indígenas a manos del Estado.
La matanza tuvo lugar durante la etapa más sangrienta del conflicto armado interno en Guatemala, que en 35 años (1960-1996) dejó más de 240.000 personas asesinadas o desaparecidas, más del 90 por ciento por obra del Ejército y las fuerzas de seguridad, según informes de organismos internacionales.
El proceso judicial en contra del militar retirado se lleva a cabo desde este mes en el Tribunal de Mayor Riesgo «A» del Organismo Judicial guatemalteco, por la masacre registrada en el departamento de Quiché, en el norte de Guatemala, hace 42 años.
El general retirado es acusado por la Fiscalía guatemalteca de ser el responsable de la muerte de 844 indígenas, puesto que era el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Guatemala durante la dictadura militar de su hermano, Romeo Lucas García (1978-1982), según ha explicado el Ministerio Público en el debate oral y público.
Como Jefe del Estado Mayor del Ejército, Lucas García identificó como «el enemigo interno» a los pueblos maya Ixil de Santa María Nebaj, San Juan Cotzal y San Gaspar Chajul, ubicados en Quiché, y se ejecutaron 32 masacres en más de 20 comunidades de esta región, de acuerdo a la misma fuente.
«El 13 % de las víctimas de este genocidio eran niños entre 0 a 3 años, fueron muertas mujeres embarazadas y ancianos desarmados por considerarlos afines a la guerrilla», indicó en la apertura del juicio la fiscal, Cándida Morales Santos.
El acusado asistió de forma virtual a la audiencia, desde el hospital militar donde se está recluido, ya que se encuentra condenado también por otro caso vinculado al conflicto armado interno.