Quito.- El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, arropó este viernes a los policías y militares en sus acciones contra las bandas del crimen organizado y los llamó «los verdaderos héroes del Ecuador», después de que distintas organizaciones han denunciado violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas estatales bajo el «conflicto armado interno» declarado por el mandatario contra las bandas criminales.
En su primer informe a la nación, Noboa aseguró ante la Asamblea Nacional (Parlamento) que la Policía y las Fuerzas Armadas de Ecuador «salieron a defender a nuestras familias, a nuestra libertad y a nuestra patria».
Antes de comparecer en el Legislativo, el jefe de Estado participó en la ceremonia militar para conmemorar los 202 años de la Batalla de Pichincha, que selló la independencia de Ecuador, y donde señaló que ahora «las Fuerzas Armadas vuelven a ser los protagonistas, pero esta vez, enfrentan a un peligroso enemigo, cuyas armas son la violencia, la corrupción y el caos».
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Noboa exaltó la valentía, el sacrificio y el compromiso de la institución militar durante el «conflicto armado interno» con el que su Gobierno pasó a catalogar a las bandas criminales como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales.
«Exponen sus vidas en las calles, plazas y cárceles con un solo objetivo: devolverle la libertad y la paz al Ecuador», expresó.
En su discurso ante la Asamblea tras haber cumplido seis meses en el cargo, el mandatario reconoció que su Gobierno tuvo que tomar «decisiones duras y profundas que nadie se había arriesgado a tomar antes pero que eran necesarias para encaminar al país hacia un nuevo Ecuador».
«Hemos aplicado medidas de seguridad con determinación, nuestro objetivo es empezar a construir un país donde la tranquilidad y la seguridad sean la norma y no la excepción», señaló.
9 de enero, día clave
Noboa destacó que «el 9 de enero de 2024 es una fecha que el país nunca podrá olvidar», cuando tomó la decisión de elevar la lucha contra el crimen organizado a la categoría de «conflicto armado interno» tras una serie de atentados y acciones violentas de los grupos criminales que incluyeron la toma del canal TC Televisión por parte de un grupo de hombres armados durante una emisión en vivo, así como motines simultáneos en varias cárceles del país con unos 200 rehenes.
Al mismo tiempo decretó un estado de excepción a nivel nacional para movilizar a las Fuerzas Armadas en operaciones contra el crimen organizado y militarizar las cárceles, epicentro de la crisis de violencia que vive el país al estar hasta entonces muchas de ellas dominadas por las bandas criminales.
«(El 9 de enero) vivimos el alcance del horror del terrorismo en nuestro país, y después de haber desmaterializado ciertos dispositivos, vimos que había incluso un intento de golpe de Estado», señaló Noboa sobre un presunta conspiración contra de la que ya había hecho mención anteriormente.
«Tenía dos opciones: no hacer nada, como siempre (había ocurrido), o actuar. No había espacio para tibieza, y después de cinco meses esos esfuerzos han dado resultados», dijo.
«Paso firme»
El presidente ecuatoriano añadió que «con paso firme, los grupos terroristas se van desintegrando y ya son los que tienen miedo a salir», en lugar de los ciudadanos.
Después de que en 2023 Ecuador se situara como uno de los países con más homicidios de Latinoamérica, al registrar una tasa de 47 por cada 100.000 habitantes según cifras del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizad (OECO), las muertes violentas han caído en un 27 % durante el estado de excepción, pero los crímenes se han seguido sucediendo.
Bajo el «conflicto armado interno» fueron asesinados al menos cuatro alcaldes, dos de ellos en días previos al referéndum celebrado el pasado 21 de abril a iniciativa de Noboa donde recibió un respaldo mayoritario a una serie de reformas para fortalecer la lucha contra el crimen organizado.
El mandatario no hizo mención a las denuncias de presuntas violaciones a los derechos humanos cometidas en el marco de la «guerra», conforme él lo ha definido, contra el crimen organizado, y que le han sido trasladadas esta misma semana por organizaciones como Human Rights Watch (HRW).
Entre las denuncias reportadas por HRW hay al menos una aparente ejecución extrajudicial y múltiples casos de detenciones arbitrarias y malos tratos, especialmente en las cárceles controladas por las Fuerzas Armadas.