Espero con ansias, al igual que la mayoría de los dominicanos, una operación del Ministerio Público sobre toda la corrupción que solapan y disfrazan el desmedro del Estado, la sociedad y la ciudadanía dominicana, desde el año 1998, en el que, el PERICLES dominicano, Leonel Fernández con ínfulas de reformulador y modernizador, capitalizó el sistema eléctrico. Sin ningún criterio de planificación de bajo costo, transformó una empresa, la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), en más de 8 empresas. La CDE tenía un solo consejo de administración, pero las nuevas cada una vino con un consejo de administración.
Leonel Fernández creó la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), tres distribuidoras de electricidad: EdeNorte, EdeEste y EdeSur; la Superintendencia de Electricidad, la Empresa de Generación Hidroeléctrica (EGEHID), la Empresa de Transmisión Eléctrica (ETED), Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico interconectado, Organismo Coordinador del sistema eléctrico, la Comisión Nacional de Energía y otras más.
Desbordamos un subsidio que, en 1998, era de 250 millones de dólares, con lo cual el oligopolio generador ha logrado transferir ganancias en 10 años, superiores a los 10 mil millones de dólares, mientras las pérdidas se tragan las arcas nacionales con fraudes comerciales de las generadoras que sobrepasan los 40 millones de dólares mensuales. Nadie conoce en los últimos 18 años una auditoría de la Cámara de Cuentas al sistema eléctrico dominicano.
Quisiera que los señores Antonio Almonte, Andrés Astacio, George Reinoso y Rafael Velazco Espaillat se animaran a pedir una auditoria de todo lo que aquí ha pasado, con los más de 30 contratos grado a grado, vigentes aun, los cuales nosotros en la oposición criticábamos por violar la Ley 125-01, que permitieron el fraude del Fomper, llevado a cabo por dos grupos generadores que gozan de la impunidad y complicidad de las autoridades, así como, el fraude de más de 160 millones de dólares, que la Empresa de Transmisión Eléctrica le ha permitido a dos generadoras privadas, con la nivelación del voltaje en el Cibao, mientras los dispositivos, los capacitores que deben instalarse para corregir esta falla, duermen el sueño de los justos en los almacenes de esta empresa.
¿A QUIENES LE CONVIENEN LOS BALLENATOS DEL BAJO VOLTAJE EN EL CIBAO?
¡QUE VENGA LA OPERACIÓN BALLENA!