SAN DIEGO — La lucha por la supremacía en la División Oeste de la Liga Nacional se intensifica.
Tras una dramática victoria sobre los Dodgers el martes, los Padres reforzaron su plantilla y regresaron al Petco Park el miércoles. El manager de San Diego, Mike Shildt, por primera vez contó con su nuevo y potente bullpen en su totalidad.
Los Padres no perdieron tiempo y atacaron rápidamente a Clayton Kershaw, construyendo una ventaja de seis carreras. Al final, la victoria de 8-1 fue un paseo para San Diego sobre Los Ángeles, sin necesidad de utilizar el bullpen reforzado.
Con esta barrida en la serie de dos encuentros, los Padres redujeron su déficit en la División Oeste a 4.5 juegos, la menor brecha desde el 4 de mayo. También aseguraron la serie particular sobre los Dodgers por primera vez desde 2010, lo que les da ventaja en caso de un posible desempate.
“Nuestras metas no han cambiado en ningún punto de la temporada”, afirmó Shildt. “El objetivo es ganar la división. Sabemos que es una tarea difícil en una división competitiva, pero saldremos al campo y haremos nuestro trabajo”.
Dylan Cease lanzó 5.2 entradas, permitiendo una carrera, tres hits y tres bases por bolas, con seis ponches. Esta actuación, aunque sólida, fue su «peor» salida en cuatro semanas, tras su juego sin hit ni carrera reciente.
El sencillo de Jason Heyward en la segunda entrada rompió una racha de 46 bateadores consecutivos sin hit contra Cease. Finalmente, permitió su primera carrera desde el 7 de julio.
Con esta barrida, los Padres dieron un golpe de autoridad contra los líderes Dodgers. Los dos equipos no se enfrentarán nuevamente hasta la última semana de la temporada, en Los Ángeles del 24 al 26 de septiembre. Para entonces, mucho podría estar en juego.
“Cada juego que disputamos ahora mismo es extremadamente importante”, destacó Cease. “Necesitamos mantener este enfoque e intensidad en cada partido”.
