Santo Domingo.- El economista Haivanjoe Ng Cortiñas advirtió este martes que la reforma fiscal anunciada por el Gobierno tendrá resultados «brutales» para los trabajadores, la clase media, los consumidores y el pueblo en sentido general, a la vez de afirmar que la misma viene a atentar contra la privacidad de los ciudadanos dominicanos.
Manifestó que sacarle del bolsillo de los ciudadanos el monto de RD$122,486 millones con los tipos de impuestos que presenta la reforma fiscal hará que la inflación retome nueva vez el camino hacia el alza, incluyendo el incremento de precios de productos y servicios que no forman parte de la canasta básica.
Ng Cortiñas afirmó que resulta una barbaridad, por no decir un crimen, que el gobierno se proponga fiscalizar y auditar el consumo de la gente, bajo el pretexto de reducir el delito tributario.
Sostuvo que la reforma fiscal presentada es de carácter regresivo; lo evidencia el hecho de que más del 61.0 % de los RD$ 122,486 millones que se quiere recaudar con la referida reforma corresponde a ITBIS, por lo que son impuestos indirectos.
«De los 50 bienes y servicios que hoy están exentos de ITBIS, solo 21 quedarán exentos; al resto se le cobrará el 18.0 %, lo que implica un aumento de la base tributaria», expuso el economista.
Expresó su asombro con el gobierno al llamarle ley de modernización fiscal a la reforma fiscal, por lo que se preguntó, ¿acaso estamos en el siglo XVII cuando los tributos dejaron de pagarse en especies para hacerse con dinero en efectivo, fenómeno que para entonces se le pudo llamar modernidad de los impuestos?
«Poner más impuestos no tiene nada de moderno; es una brutalidad impositiva, caracterizada por afectar a los trabajadores, a la clase media y a los consumidores en sentido general, que pagará el costo de la fiscalidad para el gobierno aumentar el gasto corriente de carácter improductivo en la República Dominicana», precisó.
Haivanjoe cuestionó seriamente que la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) se tome la autoridad de indagar si los ciudadanos gastan mucho o poco, misión que no le corresponde a ese órgano cuya competencia es fiscalizar los ingresos, no el gasto de la gente.
El economista se refirió en esos términos, al citar el texto oficial que utilizó el gobierno para presentar la reforma, al decir «se implementará un programa de fiscalizaciones masivas y auditorías de personas físicas, en donde se realizarán los cruces de sus consumos con los niveles de ingresos reportados a la DGII».
Advirtió que la clase media también se verá afectada por el lado de las compras a través de la Internet de US$ 200.0, denominadas de bajo costo, siendo esta modalidad una de las formas que ha tenido para sortear la inflación, ante la pérdida del poder adquisitivo y salarios rezagados.
Asimismo, el autor de 5 libros sobre la economía dominicana destacó el aumento del impuesto a los marbetes, duplicando su métrica, al pasar de RD$1,500 a RD$ 3,000 y de RD$ 3,000 a RD$ 6,000, para un aumento equivalente a un 100.0 %.
Agregó que reducir el umbral mínimo exento del impuesto a la propiedad inmobiliaria (IPI), de RD$ 9.8 millones a RD$ 5.0 millones, es un golpe a muchos propietarios de inmuebles, que hará que estos, cuando los tengan en alquiler, el aumento lo traspasen a los inquilinos, incrementando la presión hacia el aumento de los precios relativos, pero, además, elevará la presión de los impuestos sobre los ingresos de la familia dominicana.
En la misma línea, amplió el economista que «eliminar las exenciones al sector textil dominicano afectará a unos 70 mil trabajadores que laboran en ese sector de la economía, caracterizado en su composición por ser medianas, pequeñas y microempresas, lo que provocará, además, una ralentización de esa actividad productiva».
Indicó que el gobierno no ha explicado para qué quiere RD$122,486 millones en ingresos impositivos, si lo que ha afirmado es que va a gastar RD$110 mil millones. ¿Qué hará con la diferencia que es de RD$ 12,486 millones?, se preguntó.
«El argumento del gobierno para justificar la reforma fiscal es que aumentará el gasto público para la protección social, pero resulta que, con la reforma fiscal, en el 2025 se tiene contemplado gastar el 11.0% del gasto total, justo el mismo porcentaje que se está gastando con el presupuesto del 2024», dijo.
Para añadir que lo propio estará ocurriendo con el gasto social en general, que con reforma fiscal será de un 44.0% del gasto total en el 2025, igual que el 44.0 %, también, del gasto total en el 2024. «Esta evidencia demuestra que no es cierto que el gasto público con la aludida reforma será más inclusivo y de mayor calidad, enfatizó su declaración para la prensa», agregó.
Significó que, en cuanto al gasto de capital, el presupuesto del 2025 prevé gastar un 12.0 % del total del gasto público, métrica inferior a los años anteriores sin reforma fiscal que ha llegado a un mínimo de un 13.5 %.
Concluyó advirtiendo que la economía puede interrumpir el crecimiento que hasta ahora ha mostrado, al tiempo de que hay razones para pensar que los precios pueden iniciar una tendencia alcista que, junto con la pérdida de empleo y reducción de la demanda, puede crear inestabilidad económica y social.