Redacción Ciencia.- El nuevo satélite Sentinel-2C del programa europeo Copernicus de observación de la Tierra ha visto aplazado su lanzamiento esta madrugada desde desde el puerto espacial de Kurú (Guayana Francesa).
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha informado de que «debido a problemas eléctricos en los enlaces terrestres» el cronograma del lanzamiento fue interrumpido por lo que se procede a «comprobaciones adicionales» para confirmar un nuevo intento de lanzamiento mañana 4 de septiembre a las 22.50 hora local de Kurú.
El satélite, con una órbita prevista de a unos 780 kilómetros, forma parte de la familia Sentinel, en la que se apoya el programa Copernicus, una iniciativa de la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA), que toma el pulso al planeta en áreas como la contaminación, las catástrofes naturales, la evolución de los cultivos o el comportamiento de las masas de agua.
Sentinel-2C, equipado con una cámara multiespectral de alta resolución y de amplio espectro, proporcionará imágenes continuas con resoluciones de 10, 20 y 60 metros y una anchura de barrido única de 290 kilómetros, según información de la ESA.
Tendrá aplicaciones en agricultura, vigilancia de la calidad del agua, gestión de catástrofes naturales (incendios forestales, volcanes, inundaciones) y en la detección de emisiones de metano, explicó en una sesión informativa previa la directora de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, Simonetta Cheli.
El satélite está diseñado para proporcionar imágenes que permitan distinguir entre distintos tipos de cultivos, así como datos sobre numerosos índices de vegetación, ayudando a controlar la salud de los cultivos y predecir el rendimiento.
Sentinel-2C reforzará la infraestructura de observación de la Tierra más avanzada del mundo al garantizar la redundancia del sistema.
La misión Sentinel-2 es una constelación de dos satélites: Sentinel-2A (lanzado en 2015) y Sentinel-2B (lanzado en 2017), que vuelan en la misma órbita pero separados 180 grados, y juntos cubren toda la superficie terrestre y las aguas costeras cada cinco días.