Bronx, NY. – El senador demócrata de New York, Luis Sepúlveda, hizo fuertes declaraciones respecto a la reciente ola de violencia en la ciudad, especialmente en su Distrito del Bronx.
El congresista culpó a la alta desigualdad social, la falta de recursos y los fabricantes de este dispositivo por traerlas al estado de NY.
Sepúlveda fue más lejos, al señalar que el plan establecido por el alcalde Eric Adams tenía el enfoque incorrecto.
Dijo que estaba de acuerdo en algunos puntos, pero que el problema de la violencia con armas de fuego es un problema de salud mental.
El distrito del Bronx se ha visto afectado en días recientes por una ola de violencia con armas de fuego. El caso más impactante ha sido la reciente pérdida de la vida de dos oficiales de la Policía de New York de origen dominicano.
Sostuvo que «la violencia relacionada a las armas de fuego nos arropa una vez más».
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Entiende que es una crisis que crea incertidumbre, miedo y tristeza entre la gente.
«Mi comunidad del Bronx ha sido particularmente afectada en días recientes. No nos equivoquemos, es una crisis que hemos visto antes», afirmó.
«Tampoco podemos equivocarnos y traer de vuelta lo que acompaña este mal: la injusticia social», agregó.
Dijo que históricamente las comunidades estadounidenses han sufrido de discriminación, pobreza y falta de servicios básicos que todo ser humano debería tener.
«Nuestro estado y ciudad deben proveer soluciones a los problemas que causan esta violencia – reformar la nueva Ley de Fianza no es una de ellas», indicó.
El senador cree que los ataques infundados a estas y otras reformas al sistema judicial no hacen más que responder con miedo y sin sabiduría.
«Debemos entender que la violencia es un problema de salud y un problema social. Los datos científicos y números estadísticos no mienten: en promedio el 80 por ciento de las personas liberadas bajo la reforma a la Ley de Fianza no tienen incidentes con la policía durante el tiempo que esperan la resolución de sus casos en la corte», expresó Sepúlveda.
Aún más, solo el 2 por ciento de estos casos fueron arrestados por crímenes violentos mientras esperaban por su día en la corte.
Las armas con la que se cometen crímenes violentos no pertenecen a este estado y, en su gran mayoría, no son fabricadas aquí.
«Son traídas aquí desde otros estados y es nuestro deber como legisladores trabajar en conjunto con los oficiales electos de otros estados para crear leyes más estrictas», puntualizó.