Sentir cansancio de forma continua, molestas y pesadez en el cuerpo puede ser un claro síntoma de defensas bajas.
El sistema inmunológico es el responsable de protegernos frente a sustancias nocivas como bacterias, virus, hongos y parásitos, evitando así posibles infecciones o enfermedades. No obstante, en ocasiones es posible que se debilite y por ello que esté expuesto ante estos agentes externos.
Un sistema inmunológico puede estar debilitado por diferentes motivos: llevar una mala alimentación, cambios de temperatura frecuentes, exposición a contaminación o padecer enfermedades que afectan al sistema inmune como la anemia, entre otras. Cuando esto pasa, el cuerpo suele mostrar algunos indicios.
Pero ¿cuáles son las señales de alarma?
Cansancio permanente: estar agotados recién levantados o al realizar esfuerzos mínimos son síntomas para tener en cuenta que, probablemente, las defensas estén bajas.
Caída del cabello: es cierto que la caída del cabello puede producirse por muchos motivos, pero si es frecuente y prolongada lo mejor es acudir al médico, ya que podría ser una señal de alerta de un sistema inmune debilitado.
Infecciones y resfriados frecuentes: un posible síntoma también es el hecho de tener infecciones y resfriados leves de manera frecuente. Las más comunes en este caso son la infección de orina, encías inflamadas o enrojecidas, diarrea…
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Alergias: el polen o el polvo son ejemplos de agentes de nuestro alrededor que pueden producirnos alergias; no obstante, si son muy frecuentes también pasan a ser un posible síntoma de que puedes tener el sistema inmunitario débil.
Otras
Cicatrización lenta de las heridas: si hasta un pequeño corte tarda muchos días en cicatrizar y, además, te duele puede significar que tu sistema inmunitario no te esté defendiendo correctamente.
Para evitar estos síntomas mencionados y mantener las defensas en plena forma te dejamos algunos consejos sobre hábitos saludables a seguir:
Duerme lo suficiente: para disfrutar de una buena salud es necesario estar bien descansado. Se recomienda dormir, al menos, de 7 a 8 horas y así poder recuperar la energía gastada durante el día.
Intenta reducir el estrés: las defensas están en mejores condiciones cuando se lleva una vida relajada y tranquila. El estrés, ansiedad o los nervios no dejan que el cuerpo descanse como es debido y esto también provoca un mayor cansancio. Evita estas situaciones de estrés o mitígalas con técnicas de relajación o deporte.
Higiene y limpieza: mantener una buena higiene hará que mantengamos más alejados del organismo a los agentes externos que causan enfermedades. Acciones como lavarse las manos varias veces al día o lavar los alimentos antes de cocinarlos puede ayudar a tener unas defensas sanas.
Cuida tu dieta: es necesario mantener una dieta variada y equilibrada en todo momento, rica en frutas, verduras y proteínas magras, y baja en azúcar, grasas y alcohol. Hay ciertas vitaminas esenciales para nuestras defensas, como la vitamina C, que fácilmente se encuentra en frutas cítricas.
Para asegurarte de que los niveles de vitaminas que ayudan a fortalecer tus defensas son adecuados, también es recomendable añadir a tu dieta complementos vitamínicos o multivitamínicos y así tener tus defensas siempre al 100%.
Fuente: Agencias