En un sorprendente giro de los acontecimientos, un teléfono móvil cayó desde un Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines y sobrevivió a una caída de casi 5,000 metros.
El incidente ocurrió el viernes en Estados Unidos cuando una puerta de la aeronave se desprendió en pleno vuelo sobre Portland, provocando la despresurización de la cabina.
El usuario de redes sociales Seanathan Bates relató el domingo en X, anteriormente conocido como Twitter, que había encontrado un iPhone en el arcén de una carretera cerca de Portland, Oregón. En la pantalla del teléfono, aún en modo avión y con media batería, se podía ver un correo electrónico de Alaska Airlines referente al equipaje. Bates compartió su asombro en X, publicando una foto del dispositivo, que funcionaba sin problemas después de la caída.
La directora de la Agencia Estadounidense de Seguridad en el Transporte (NTSB), Jennifer Homendy, expresó su interés en el hallazgo a través de la misma red social, agradeciendo la ayuda y expresando su deseo de conocer al descubridor del teléfono.
El incidente del viernes por la noche no solo resultó en la pérdida de un teléfono móvil, sino también en la despresurización de la cabina del Boeing 737 MAX 9, creando un efecto de succión que, según testimonios de pasajeros citados por medios estadounidenses, llegó a arrancar la camiseta de un adolescente.
Este accidente ha llevado a la inmovilización temporal de algunas aeronaves, en espera de inspecciones adicionales impuestas por las autoridades de aviación civil. Además, ha impactado en las finanzas de Boeing, con una caída en el valor de sus acciones el lunes siguiente al incidente.
