A los Tigres del Licey le daban pocas posibilidades para llegar a la Serie Final del torneo otoño invernal que organiza la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom). Y no eran para menos estos pronósticos.
El equipo azul ha tenido momentos críticos en esta temporada, muchas lesiones y costosos errores, aunque siempre se mantuvo dentro de las clasificaciones, gracias a soberbias actuaciones con jugadores como Emilio Bonifacio (el alma del Glorioso) y provechando desastres de otros conjuntos. Pasaron al Round Robin ocupando el cuarto puesto en la tabla, enfrentando difíciles rachas de reveses y mostrando un nivel de juego alejado de los grandes logros del 2022-23.
Tanto así, que, a mediados de diciembre del año pasado, despidieron al dirigente José Offerman, producto de la racha negativa que atravesaban los campeones nacionales y de la serie del Caribe, y en su lugar colocaron a Gilbert Gómez, un capataz de 31 años que definitivamente funcionó.
Días antes de esta difícil decisión, los Tigres del Licey perdieron al Jugador Más Valioso de la temporada 2022-23, Ronny Mauricio, quien se lesionó al correr las bases en el enfrentamiento del 10 de diciembre en el Estadio Cibao. Semanas después, los Mets informaron que el infielder dominicano fue sometido a un procedimiento para reparar los ligamentos cruzados de la rodilla derecha que lo mantendría fuera de acción por la mayoría o todo el 2024.
A esta lesión de Ronny Mauricio, se le sumó la salida de Mel Rojas Jr. (luego de conseguir trabajo para jugar en el verano en la Liga Coreana de Béisbol –KBO-), con un Jorge Alfaro (Jugador Más Valioso de la Serie Final de la pasada temporada) lejos de su mejor versión del 2022-2023, que le restaron profundidad a la alineación ofensiva de los azules.
Pero con todos los males a cuesta, Gómez llevó al Licey al Round Robin, a pesar de que en ese momento contaba con el segundo peor cuerpo de pitcheo de la temporada. Para el 20 de diciembre, tenían una efectividad colectiva de 4.31, mientras que abrazaban el peor promedio de hits y bases por bolas por entrada lanzada (WHIP) de la campaña con 1.49. Adicional a esto, navegaban con el cuerpo de lanzadores más bateado por los contrarios, con un promedio de .269 en contra de los azules.
Como si fuera poco, pasaron al todos contra todos entre los últimos lugares a nivel ofensivo, con un promedio de bateo de .238, el segundo peor de la liga, así como el segundo peor OPS de la campaña en .649. Y cruzaron a la segunda etapa del torneo como los segundos peores en vueltas remolcadas, con 179.
Pero eso no es todo. Los problemas también le acompañaron en el tramo de la semifinal.
Tras culminar las dos terceras partes del Round Robin, Licey estaba igualado con las Estrellas en la cima de la tabla de posiciones (8-4). Sin embargo, para el último capítulo de esta etapa, los azules perdieron a su jugador más caliente, Miguel Andújar, luego que su equipo de Grandes Ligas, Atléticos de Oakland, detuvo su actuación en la pelota invernal, y un fuerte tropiezo de cuatro derrotas al hilo permitió que Leones del Escogido empatara en segundo lugar (8-8).
Pero los escarlatas, finalmente, murieron en la orilla, al caer derrotados en los dos siguientes partidos, frente a los Gigantes del Cibao y las Estrellas Orientales. Mientras que, el Licey se sacudió con dos importantes victorias al hilo que le dieron el pase a la Serie Final.
Lo cierto es que, como afirmó el alma del Glorioso, Emilio Bonifacio: “Dicen que el corazón de un campeón no se subestima. Yo creo que eso nos dio mucho ánimo y nos mantuvo unido como equipo”.
Ahora, los campeones nacionales y de la serie del Caribe 2022-2023 buscarán a toda costa defender la corona, frente a unas Estrellas Orientales que afinan sus cañones para desquitársela contra sus verdugos de la pasada temporada.
