El banco de inversión multinacional estadounidense Morgan Stanley acordó el pasado viernes pagar 60 millones de dólares para zanjar la demanda de alrededor de 15 millones de clientes que acusan a la entidad financiera de exponer sus datos personales a terceros, informa Reuters.
En la demanda se acusaba a Morgan Stanley de no haber desmantelado en 2016 dos centros de datos de gestión de patrimonio antes de que el equipo sin cifrar, que aún contenía datos de los clientes, fuera revendido a terceros no autorizados.
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Además, los abogados denunciaron que algunos servidores más antiguos que contenían datos de clientes desaparecieron después de que Morgan Stanley los transfiriera en 2019 a un proveedor externo.
El acuerdo presentado por Morgan Stanley, que aún requiere de la aprobación de Analisa Torres, jueza de distrito de los Estados Unidos.
Estipula que los clientes obtendrían al menos dos años de cobertura de seguro contra el fraude.
Cada uno puede solicitar un reembolso de hasta 10.000 dólares.