Ante las previsibles restricciones al suministro del gas ruso, el ministro alemán de Economía y Protección Climática, Robert Habeck, hizo un llamamiento a sus compatriotas para que se duchen menos veces a la semana a fin de ahorrar recursos energéticos en el calentamiento del agua, recoge Bild.
La mayoría de los hogares en Alemania cuentan con calefacción de gas y, en consecuencia, cuentan con calentadores de agua a gas, un hidrocarburo que importa mayormente desde Rusia.
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Actualmente, Berlín está estudiando la posibilidad de sancionar el gas ruso para reducir su dependencia de los suministros energéticos que compra a Moscú, por lo que los alemanes, posiblemente, se verán obligados a reducir su consumo.
El político también señaló que Alemania tiene reservas de gas almacenadas, que se podrán utilizar si Rusia suspende sus suministros al país o en el caso de si la Unión Europea decide imponer nuevas sanciones contra el Kremlin. Sin embargo, estos ahorros solo durarán hasta el otoño, advirtió Habeck.
A pesar de las crecientes preocupaciones sobre la escasez energética, Bild recalcó que, duchándose menos, los alemanes no solo podrán ahorrar los recursos naturales sino que también cuidarán la piel.
El medio explica, citando a un dermatólogo, que las propias bacterias empiezan a comerse los ácidos que desprenden el mal olor si uno lleva bastante tiempo sin bañarse.
De esta manera, se inicia el «proceso de autolimpieza», lo que le permite simplemente echar agua sobre el cuerpo sin usar el jabón. En el caso de que este método no parezca muy cómodo, pueden enjabonarse solo los pies, las axilas, las nalgas y la ingle, aconseja el periódico.
En medio de la crisis energética por la que atraviesa el país europeo, Habeck ha abogado en repetidas ocasiones a favor del ahorro de la energía, bien cerrando las cortinas de los hogares durante las noches, desplazándose en bicicletas y trenes en lugar de usar automóviles, así como «controlando» el proceso de baño. Por su parte, el ministro de Agricultura de Alemania, Cem Özdemir, llamó a sus conciudadanos a consumir menos carne, lo que, según declaró, «sería una contribución contra [Vladímir] Putin».
