Científicos estimaban que el número de hipopótamos que pertenecieron al narcotraficante colombiano Pablo Escobar podía alcanzar los 98 para 2020. Sin embargo, el último censo evidenció una reproducción más descontrolada de la especie considerada como invasora en el país sudamericano, con entre 181 y 215 ejemplares que habitan actualmente alrededor del río Magdalena.
Para entender la demografía de los hipopótamos, investigadores de la Universidad Nacional de Colombia, el Instituto Humboldt y la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare), utilizaron herramientas como el avistamiento por botes, la fotografía, videos con drones y el rastreo de las huellas de los paquidermos en una serie de viajes realizados a la zona en 2021 y 2022.
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Los científicos descubrieron que el 37 % de los hipopótamos son jóvenes, lo que indica que se reproducen rápidamente. Esto podría deberse a que alcanzan la madurez sexual antes que en África debido a las condiciones favorables o a un menor número de peleas entre ellos por el territorio y los recursos.
Asimismo, los investigadores documentaron las numerosas formas en las que los paquidermos dañan la flora del país, erosionando las riberas y abriendo caminos fangosos que dividen los bosques, además de convertirse en un problema para la fauna compitiendo por el hábitat y los recursos con especies amenazadas como el manatí antillano, la nutria neotropical y el carpincho.
Según el ecologista Rafael Moreno, el estudio demuestra que «se trata de un problema real, y que el Estado debe actuar urgentemente».
¿Castración, reubicación o sacrificio?
Para hacer frente a esta problemática se está ejecutando una estrategia, cuyo objetivo es esterilizar a los hipopótamos con dardos anticonceptivos. Sin embargo, los expertos sostienen que el proceso es lento y costoso, citando un estudio publicado en abril que estima que ampliando este método se podría erradicar a los paquidermos en 45 años con un coste de al menos 850.000 dólares.
Otra estrategia, que consiste en capturar, anestesiar y transportarlos en helicóptero a una instalación para ser castrados, costaría al menos 530.000 dólares y tomaría hasta 52 años para la erradicación, teniendo en cuenta que la investigación se basó en estimaciones anteriores de la cantidad de hipopótamos, que más bajas, antes de que fueran publicados los resultados del censo.
Otra opción que se está negociando es el traslado de 70 hipopótamos a santuarios naturales en México e India. Esto tendría un costo total aproximado de 3,5 millones de dólares.
Científicos también ven como alternativa el sacrificio de estos animales, alegando que es la opción más rápida y humana. «La decisión de sacrificar a un hipopótamo tiene un peso moral. Pero el peso de la otra decisión, la inacción, es mucho mayor», aseveró Moreno. «Espero que esto lo entiendan los políticos», agregó.
