Santo Domingo. – Las autoridades mantuvieron este jueves una reunión con las familias de las víctimas de la explosión del lunes en San Cristóbal para informarles sobre el proceso que se llevará a cabo para la identificación de los cuerpos, que, en algunos casos, alertaron los expertos, podría llevar meses dado su estado.
Los cadáveres ya están en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de la morgue del cementerio Cristo Redentor de Santo Domingo, lugar al llegaron bajo los protocolos de traslado para que, en los casos en los que sea posible, los allegados hagan el reconocimiento visual de los cuerpos.
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En las instalaciones del camposanto las autoridades han habilitado una carpa donde equipos de psicólogos y médicos van a acompañar a los familiares para darles apoyo en el proceso.
El director del Instituto Nacional de Patología Forense, Santo Jiménez, explicó en rueda de prensa el protocolo de actuación en los casos de siniestro en los que fallece un alto número de personas.
«El protocolo de manejo es multidisciplinar y comienza en el lugar donde se produjo el hecho», donde se lleva a cabo el levantamiento del cadáver y «se registran características morfológicas» y la vestimenta que se conserve, elementos que pueden permitir su identificación, y luego se traslada al Inacif, indicó.
Se está recibiendo a los familiares en la morgue solicitándoles todas las características de su allegado, como edad, sexo, etnia o raza, estatura, peso, si lleva algún dispositivo instalado en el cuerpo o si tiene alguna marca quirúrgica, cualquier elemento que contribuya a determinar la identidad del cadáver.
Esas características se validan con la autopsia, que va a determinar la causa de muerte y la vinculación con el suceso, pero cada caso es distinto y el proceso puede ser más o menos prolongado dependiendo del nivel de deterioro, apuntó Jiménez.
Hay cuerpos que están íntegros tras el suceso que causó la muerte y permiten su reconocimiento visual, a confirmar con la autopsia, procedimiento que «puede ser de horas o días atendiendo al volumen de casos», dijo.
Pero hay casos, señaló, en los que existe «algún grado de mutilación en los que se pierden algunos segmentos corporales y algunas estructuras. Se pierde la vestimenta, los accesorios», lo que hace necesario un estudio más profundo, donde la identificación llevaría más tiempo.
Y hay «casos extremos» en los que el deterioro de los cuerpos es muy alto, solo se conservan «algunos segmentos» de la anatomía que coinciden con las características que describe el familiar, y que «tienen que ser sometidos a un proceso de identificación más complejo que puede incluir una prueba de comparación de ADN».
«La prueba de comparación de ADN es un procedimiento que puede prolongarse varios meses» (hasta seis), en función del grado de deterioro o descomposición derivado de las condiciones que estuvieron ligadas al evento que causó la muerte, apuntó el doctor.
Hasta el momento, son 27 los fallecidos como consecuencia de la explosión y posterior incendio registrados el pasado lunes en San Cristóbal, donde los equipos de rescate finalizaron las tareas de búsqueda de desaparecidos, mientras que parte de los 59 heridos contabilizados ya recibieron el alta.
Este jueves es jornada de duelo nacional en el país, aún conmocionado por la tragedia, que también causó graves daños materiales en comercios y viviendas, además de secuelas psicológicas por las que los afectados están recibiendo atención.