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Que sean inmensas e impresionantes las filas de multitudes no lo había logrado absolutamente nadie cantando baladas. Que canten con euforia todas sus canciones, además de ser el propio autor, nunca había pasado. Que sean desbordantes multitudinarias y apoteósicas las asistencias por todas partes, logrando llevar a los fanes a la histeria colectiva, tampoco había sucedido.
Son más que aplausos, son estruendosas expresiones de vibrantes emociones a todo volumen lo que se está viviendo en cada concierto de un auténtico ídolo, como lo es Wazon Brazobán, el más multitudinario baladista dominicano de la historia, que ha reunido en Imbert, Cabrera y Río San Juan a más de 50 mil personas.
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Miles y miles de niños, niñas, adolescentes y adultos llegan a cada concierto y le expresan al rey de corazones, el de esas melodías y poemas de amor y desamor, su admiración.
Los conciertos conmemorativos del 20 aniversario de este célebre cantautor han sido épicos, superando cualquier expectativa previa. Ningún artista había logrado conectar de tal manera con todas las clases sociales, convocando a multitudes desbordantes.
El impacto de sus baladas es increíble: lograr que audiencias inmensas y diversas canten con euforia cada una de sus canciones, siendo él el autor, es un hito sin precedentes. El entusiasmo y la histeria colectiva que ha generado en sus presentaciones son testimonios de su estatus como ícono indiscutible, toda una celebridad, una mega estrella.
